La UB ha informado este jueves de que Solé, junto con el también investigador de esta universidad David Tormo, han redactado un informe por cada persona que se ha pedido que se exhume, hasta un total de 65.
En cada caso, se ha reconstruido la trayectoria que siguió cada cuerpo hasta que fue depositado en el Valle de los Caídos.
Para esta investigación se han usado archivos provinciales y municipales, así como de la comunidad benedictina situada en el mismo Valle, y se entregarán los resultados a los familiares.
«Ha habido casuísticas muy diferentes: desde familias que ya habían investigado por su cuenta y que lo único que hemos hecho nosotros es constatar que, efectivamente, según la documentación que aportan, el familiar está en el Valle de los Caídos, hasta algún caso en el que, después de la tarea de búsqueda, vemos que la persona no se encuentra en este mausoleo franquista, contrariamente a lo que se pensaba», ha explicado la investigadora.
Solé ha apuntado que el traslado y la sepultura de los cuerpos se hizo «sin cuidado» por parte del régimen golpista, incluso en el caso de los muertos del bando franquista.
Como historiadora, «esta tarea me ha servido para profundizar en la investigación de esta etapa, para ir al detalle y poner la lupa», ha explicado.
De hecho, la tesis doctoral de Queralt Solé está dedicada a las fosas comunes de la Guerra Civil en Cataluña y tiene como una línea de investigación el análisis histórico de los vestigios de la Guerra Civil y la dictadura franquista en el siglo XXI.
Hasta ahora, han solicitado poder exhumar los restos de sus antepasados 65 familias, la mayoría de combatientes muertos del bando republicano.
Solé ha vaticinado que no será un proceso fácil porque «las criptas tienen los huesos mezclados, como si fuera un almacén de cajas de zapatos».
«El régimen franquista quiso llenar de huesos el Valle de los Caídos una vez estuvo construido» y, para hacerlo, pidió a los gobernadores civiles que, con la colaboración de los ayuntamientos, localizaran dónde estaban enterrados los soldados en los pueblos para después hacer el traslado.
Si bien en un principio el Valle de los Caídos debía ser sólo para los muertos del bando franquista, finalmente también se llevaron restos de difuntos de las fuerzas republicanas.
En estos últimos casos, las familias no supieron que se trasladaban los restos, y si alguna familia lo llegó a saber, «no tuvieron la opción de oponerse».
Una vez en el Valle de los Caídos, los únicos cuerpos que se enterraron en tumbas individuales fueron los de José Antonio Primo de Rivera y, cuando falleció en 1975, el del dictador Francisco Franco.
Franco fue exhumado y reubicado en octubre de 2019 en el cementerio de Mingorrubio (Madrid), tras la aprobación del Gobierno de Pedro Sánchez y el aval del Tribunal Supremo.
Los otros cuerpos que se depositaron en el Valle están en cajas de madera anónimas amontonadas dentro de las criptas y, con el tiempo, muchas se han deteriorado y los huesos de las personas enterradas se han acabado mezclando.
Las tareas de exhumación que llevará a cabo un equipo dirigido por el forense Francisco Etxeberria es previsible que se vean dificultadas por esta situación, ha apuntado la profesora de Historia de la UB.
La Secretaría de Estado de Memoria Democrática, que depende del Ministerio de la Presidencia, ha iniciado un proyecto para resignificar el monumento del Valle de los Caídos. EFE
A.M.