La Guardia Civil ha detenido a tres personas e investigado a otras seis y se ha incautado de 135.000 plantas de marihuana, la mayor cantidad de este cultivo en Europa, según apunta el instituto armado, en una finca supuestamente dedicada a la plantación de cáñamo legal en la localidad de Huerta de Valdecarábanos, en Toledo.
Según informa este lunes la Guardia Civil, a los detenidos e investigados se les considera responsables de un delito contra la salud pública, pertenencia a grupo criminal y contra los derechos de los trabajadores.
Los agentes inspeccionaron el pasado 16 de septiembre una plantación supuestamente dedicada al cáñamo con fines industriales y ubicada en la localidad de Huerta de Valdecarábanos, con el fin de comprobar su situación legal para evitar el tráfico y elaboración de estupefacientes.
En esta inspección, los agentes tomaron una muestra de las plantas para comprobar si sobrepasaba el índice máximo legal del componente psicoactivo de este supuesto cáñamo y el resultado fue que estas plantas eran en realidad cannabis sativa, que habían sido modificadas genéticamente para asimilarlas al cáñamo industrial y tener una apariencia legal.
Continuando con la investigación, el 26 de septiembre la Guardia Civil del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas intervino una importación de 112 kilos de cogollos de marihuana que habían sido declaradas como plantas, sin especificar de qué tipo, y cuyo destinatario era la empresa responsable de la plantación investigada.
Así, volvieron a una segunda inspección el 6 de octubre e intervinieron las 135.000 plantas de marihuana y detuvieron a los principales responsables.
Además, en unas naves cercanas a la plantación se hallaron e intervinieron 30 toneladas de picadura en seco del resto de la plantación del año anterior y 3.720 kilogramos de cogollos listos para su distribución.
La finca donde se hallaba esta macroplantación tiene una superficie de 12 hectáreas, con vigilancia permanente las 24 horas, y en las proximidades había dos naves dispuestas con material para ser convertidas en cultivos en interior de marihuana y tener un mayor aumento de producción, así como una zona de secado con un sistema cerrado de cámaras de seguridad y vigilancia.
También en esta última inspección, los agentes observaron que los empleados que se hallaban en dicho cultivo eran en su mayoría extranjeros en situación irregular en España, sin contrato laboral y la vivienda que les había facilitado la empresa no tenía las mínimas condiciones de habitabilidad.
Esta operación se enmarca dentro de la operación Miller y ha sido desarrollada por el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil de Toledo y la Compañía Fiscal de la Guardia Civil del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.
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