El juez ha enviado a prisión a tres de los cuatro agentes de la Policía Local de Llinars del Vallès (Barcelona) detenidos el pasado martes por su supuesta vinculación con una organización criminal dedicada al tráfico de marihuana y al blanqueo de capitales.
Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), el titular del juzgado de instrucción número 4 de Granollers, que hasta ayer por la noche interrogó a los 15 detenidos en la operación contra esta red, entre ellos los cuatro agentes, ha acordado prisión preventiva y sin fianza para nueve de los arrestados.
Entre los nueve detenidos que han ingresado en prisión por orden judicial se encuentran tres de los policías locales de Llinars, según el TSJC, que ha precisado que la causa está abierta por los delitos contra la salud pública, pertenencia a organización criminal, prevaricación administrativa, robo con fuerza, blanqueo de capitales, falsedad documental, cohecho, tortura, detención ilegal y revelación de secretos, entre otros.
A los seis detenidos que han quedado en libertad, el juez les ha impuesto diferentes medidas cautelares, desde acudir periódicamente al juzgado hasta la retirada del pasaporte y la prohibición de salir del país.
En el dispositivo llevado a cabo contra la organización, los Mossos d’Esquadra detuvieron a un total de 15 personas, entre ellas los cuatro agentes de la Policía Local de Llinars, y efectuaron 32 registros, en los que se intervinieron más de 100.000 euros en efectivo, marihuana y varias armas de fuego.
Los Mossos, que desplegaron a más de 400 agentes en la operación del pasado martes, consideran que uno de los policías de Llinars detenidos dirigía una red que proporcionaba locales y seguridad a cambio de dinero, mientras que los otros detenidos hacían labores de jardinería y mantenimiento de los locales.
Entre los policías detenidos se encuentra un cabo que fue tiroteado el 12 de diciembre de 2019 cuando hablaba con un supuesto confidente, que falleció en este ataque, cuyo autor no ha podido ser identificado por ahora.
El supuesto confidente logró agarrar por la mano al agresor para tratar de impedir que continuara disparando, pero finalmente una de las balas impactó en el chaleco antibalas del cabo.
Días después, ya en 2020, los Mossos iniciaron una investigación que ha permitido desarticular esta red dedicada supuestamente al tráfico de marihuana y que logró captar a agentes de la policía local de Llinars.
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