Fuentes de la Fiscalía han explicado a EFE que se incoaron las diligencias y que la investigación, por tanto, se encuentra todavía en fase muy preliminar.
Tras el fallecimiento de los equinos, la Conselleria de Agricultura y Desarrollo Rural abrió una investigación para esclarecer los hechos. Los veterinarios de la Conselleria pudieron apreciar signos de estrés en los animales, lo que podría apuntar a que sufrieron algún tipo de acoso.
La Fiscalía investiga estos hechos después de que el PP llevara este caso hasta la justicia para tratar de esclarecer lo sucedido y dilucidar las posibles responsabilidades y también pidió la comparecencia de la consellera, Mireia Mollà, en Les Corts.
Mollà explicó en rueda de prensa que se están investigando los hechos y que los mismos han sido trasladados a la Guardia Civil ante la existencia de «indicios que apuntan a una posible acción humana» en el fallecimiento de estos animales.
A juicio de la consellera, el proyecto «no ha sido tutelado de la forma adecuada, la dispersión de los burros ha podido propiciar ataques por parte de otros animales o caídas, pero también hay indicios de que pueda haber habido una acción humana».
En referencia a esta última posibilidad, la Conselleria interpuso una denuncia ante la Guardia Civil, para «que investigue posibles autorías», y explicó que el propietario de los burros había recibido amenazas contra la vida de los animales y alguien cortó el cercado en el que se encontraban, acciones que no se denunciaron inicialmente.
El director general del Medio Natural, Benjamín Pérez, presentó la semana pasada su dimisión a la consellera después de que fallecieran los animales. EFE
A.M.