En su sentencia, la magistrada condena a uno de estos manifestantes a una pena de un año y diez meses de prisión como autor responsable de un delito de atentado a agentes de la autoridad en concurso con otro de lesiones, aunque aplica el atenuante de la reparación del daño.
Para otro de los acusados, la juez le condena a seis meses de prisión y le impone además una pena de 30 días de multa a razón de una cuota de seis euros diarios, por un delito leve de lesiones a uno de los agentes de la Guardia Urbana que participó en el desalojo de los acampados.
El tercero de los procesados ha sido condenado a seis meses de prisión por el delito de atentado a agentes de la autoridad.
En cuanto a la responsabilidad civil, la magistrada condena al primero de estos manifestantes a indemnizar a un agente con 1.320 euros, y al segundo de los acusados al pago de 120 euros a otro de los urbanos.
La magistrada, en su sentencia, considera probado que el manifestante al que condena a la pena mayor, que participó en esta acampada que duró 22 días, hasta que la Guardia Urbana procedió a su desalojo en la madrugada del 20 de noviembre de 2019, «golpeó con el puño cerrado en la cara» de un agente por «debajo de la visera de protección», con «intención de menoscabar la integridad física» y el «principio de autoridad».
Esta agresión, constata la juez en la sentencia, ocasionó a este urbano unas lesiones «consistentes en contusión nasal y fractura nasal», que requirió de tratamiento médico sanando a los 22 días, todos ellos impeditivos.
Según la magistrada, otro de los tres jóvenes ahora condenado «golpeó fuertemente» a un agente en la cabeza con la intención de «menoscabar» su «integridad», para después dar una «patada» a otro urbano, al que causó una contusión en la cadera derecha, mientras que ve probado que el tercero de ellos se resistió a la autoridad.
Durante el juicio, en sus conclusiones finales, el Ministerio Público rebajó su solicitud de cuatro años de prisión para el principal de los encausados a dos por el delito de atentado a agentes de la autoridad y por el de lesiones, si bien finalmente la magistrada le condena a un año y diez meses de cárcel.
En la vista, este joven rechazó las acusaciones alegando que la protesta de plaza Universitat fue en todo momento pacífica y que el día del desalojo se encontraba enfermo. EFE
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M.M.