El docente iba a ser juzgado a partir del próximo lunes por la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Madrid, pero finalmente el juicio se ha suspendido, por el momento sin nueva fecha, ha detallado el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
Se trata de J.P.A.R., a quien el Ministerio Público imputa cinco delitos de ciberacoso sexual infantil, otros cinco de exhibicionismo, un delito de abusos sexuales a menores de 16 años, otro delito de abuso continuado a menor de 16 años, y sendos delitos de elaboración continuada de pornografía infantil y posesión.
Por todo ello suma una petición de cuarenta años de cárcel para el procesado, más 64 años de libertad vigilada y 69 años de prohibición de trabajar con menores.
Según expone el escrito de la acusación de la Fiscalía el profesor, que lleva en prisión provisional desde su detención en mayo de 2020, trabajó en un centro escolar de Alcobendas durante el curso 2018-19 y empezó entonces a contactar con cinco alumnas menores de 15 años a través de Instagram, enviándoles fotos de sus genitales, pidiéndoles fotos desnudas y proponiéndolas quedar para mantener relaciones.
Con una de ellas, de 14 años, llegó a citarse en las proximidades del colegio y, según relata el fiscal, «cuando se encontraban sentados en un banco, el acusado puso la mano encima de su pierna, llegando a tocar su zona genital por encima de la ropa».
Con otras dos alumnas de 14 años también insistió en quedar para mantener relaciones sexuales y les enviaba fotos de contenido sexual para que ellas hicieran lo mismo.
La Fiscalía relata que con otra alumna, de 15 años, mantuvo conversaciones en las que le contaba «que otra exalumna suya le había realizado una felación», y la incluyó en un grupo en la red social llamado «las chupadoras».
Además remitió un vídeo a esta menor en el que se apreciaba como una mujer que no ha sido identificada le realizaba una felación, circunstancia que la alumna puso en conocimiento del centro.
A otra alumna, de 11 años, le regaló un teléfono móvil a través del cual realizó «multitud de videollamadas» durante las que él se masturbaba y pedía lo mismo a la niña.
También propuso a la menor mantener relaciones sexuales y se desplazó en numerosas ocasiones tanto a la localidad donde residía como a su lugar de vacaciones en los veranos de 2018 y 2019, pero sin lograr su objetivo.
En el escrito del fiscal solo consta que dos de las menores accediesen a las peticiones del profesor. EFE
A.M.