Según informa este miércoles la Guardia Civil, la investigación se inició el pasado septiembre cuando el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) comunicó a la jefatura de Información del cuerpo que varias personas habían comprado o trataban de adquirir sustancias precursoras de explosivos.
La investigación permitió identificar un primer comprador ubicado en la provincia de Pontevedra, un hombre de 35 años que con esas sustancias químicas fabricaba artesanalmente mezclas explosivas e incendiarias como pólvora negra o termita, todas ellas muy peligrosas por su poder destructivo.
Además se dedicaba a publicar vídeos en sus redes sociales e internet explicando paso a paso cómo las elaboraba y sus efectos; con el riesgo añadido de que dichos tutoriales pudieran ser utilizados por otras personas para tratar de elaborar artefactos explosivos con fines violentos o delictivos.
Por otro lado, las pesquisas permitieron identificar a un segundo comprador ubicado en Navarra, que se había valido de una tercera persona de su entorno para tratar de comprar los precursores y no ser identificado.
Se trata de un individuo de 40 años, que ya fue detenido por la Guardia Civil en marzo de 2020 en otra operación contra el tráfico de armas, y en la que se desarticuló un taller clandestino que tenía instalado en su domicilio para la manipulación de armas de fuego para su posterior tráfico ilícito, motivo por el cual llegó incluso a ingresar en prisión provisional en aquella ocasión.
La investigación actual reveló que, junto con su pareja, estaría tratando de adquirir precursores para la fabricación de pólvora (legalmente catalogada como un explosivo propulsor) para emplearla a su vez en la fabricación ilegal de munición metálica con proyectil que vendían junto con las armas con las que supuestamente traficaban.
Con la colaboración de Interpol, se pudo averiguar que recientemente habían adquirido en el extranjero un importante número de armas detonadoras, que se sospechaba habrían ido destinadas a ser transformadas en armas de fuego reales.
Una vez identificados, y localizados los lugares donde los investigados podrían tener almacenadas las mezclas explosivas, precursores, armas y municiones que se sospechaba poseían ilícitamente, técnicos eb Desactivación de Explosivos (TEDAX) y perros detectores, registraron los domicilios.,
Entre los efectos intervenidos a los detenidos la Guardia Civil destaca dos kilos de precursores y de diversos productos químicos para la fabricación ilegal de explosivos, pistolas detonadoras transformadas o en proceso para efectuar fuego real, dos carabinas o 94 cartuchos detonadores junto a numerosos rodamientos metálicos (a modo de proyectil) para fabricar munición artesanal con proyectil.
Los agentes también se incautaron de 8.800 euros en efectivo (repartidos en 176 billetes de 50), armas blancas y equipos informáticos.
La Guardia Civil recuerda que los precursores son sustancias químicas que, a partir de determinadas concentraciones y mezcladas entre sí o con otros productos, son susceptibles de utilizarse para la fabricación casera e ilícita de explosivos; por lo que su comercio, adquisición, tenencia y uso están rigurosamente controlados. EFE
A.M.