El acusado, D.R.N., de nacionalidad rumana, que estaba domiciliado en Colmenar de Oreja (Madrid) y que fue detenido el 19 de julio de 2018, contactaba con las menores con la excusa de recogerlas o llevarlas al colegio para cometer abusos «especialmente degradantes y vejatorios», según señala el fiscal en sus conclusiones provisionales.
El Ministerio Público imputa a D.R.N. delitos continuados de abusos sexuales, elaboración, tenencia y distribución de pornografía infantil y descubrimiento de secretos.
Según explica en su escrito de acusación, el 17 de julio de 2018 se tuvo conocimiento en la base que recopila datos de comportamientos de pornografía infantil gestionada por Interpol de una nueva serie de vídeos obtenida de una de las redes pedófilas más peligrosas en las que se intercambian consejos para evitar ser detectados por la Policía.
Añade que en la serie se observa al acusado realizando actos sexuales con niñas, todas ellas de habla y ascendencia rumana, en su domicilio de Colmenar de Oreja.
En el registro practicado en el mismo se hallaron varios discos duros con numerosos archivos con fotografías y vídeos en los que se ve a menores «en claros y explícitos comportamientos sexuales».
También se encontraron cinco microcámaras destinadas a la captación de las imágenes de las menores que acudían a la vivienda.
La Fiscalía señala que las menores iban a dicho domicilio para que D.N.R. les llevara al colegio o cuando las había recogido porque los padres tenían ocupaciones laborales.
Agrega que en su casa grababa los abusos sexuales en sus dispositivos electrónicos, que compartía con otras personas a través de la red pedófila y distribuía a través de mensajería instantánea Line y WhatsApp, «siendo identificadas tales imágenes y grabaciones con los nombres verdaderos o diminutivos de las víctimas, cuyas identidades fueron plenamente determinadas».
El fiscal indica que entre 2012 y 2018 el acusado abusó de 24 niñas a las que fotografió y grabó en su vivienda, en el domicilio de ellas y en otros lugares.
Destaca que las grabaciones muestran el rostro del procesado o parte de su cuerpo, en el que se aprecian «tatuajes descriptivos».
El acusado se encuentra en prisión provisional desde el momento de su detención y, además de la referida pena de prisión, la Fiscalía reclama que indemnice con 20.000 euros a seis víctimas y con 10.000 a las otras 18. EFE
A.M.