La Guardia Civil ha desarticulado un local clandestino de pelea de gallos en una nave en la pedanía murciana de Alquerías cuando ochenta personas presenciaban los combates, en una operación en la que han detenido a cuatro personas e investigan a otras diez por maltrato animal.
Según fuentes de la Benemérita, en la nave se localizaron cuarenta gallos con mutilaciones en crestas y babillas, además de tener afilados los espolones y afeitadas las patas.
Las actuaciones se iniciaron el pasado mes de enero, cuando el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil fue alertado de la posible existencia de una pelea de gallos en este inmueble, desplazándose al lugar.
En el interior del recinto, los guardias civiles hallaron una estructura fija usada para peleas de gallos, con restos de sangre, así como una grada con cerca ochenta personas.
Las muestras de sangre fueron recogidas del habitáculo para su remisión a la Sección de Medicina Legal de la Facultad de Medicina de la Universidad de Murcia a fin de determinar si, como se supone, se corresponde con sangre de las aves.
Junto a las gradas fue localizada una sala de preparación anterior a la pelea, con diversa medicación, ungüentos, complejos vitamínicos y potenciadores energéticos utilizados para gallos, así como otra estancia que ejercía como bar para servir a los asistentes a la pelea, que contaba con una barra, una cocina y mesas.
Además, los guardias civiles hallaron cuarenta gallos, todos ellos carentes de cresta y barbillas, con los espolones afilados y las patas afeitadas, prácticas estas que suelen realizarse para preparar a los animales para el combate.
Tras la inspección, se comprobó que las instalaciones carecían de inscripción de núcleos o colecciones zoológicas, licencia de actividad e inscripción en el Registro de Explotaciones Ganaderas (REGA), por lo que se levantó acta de inspección de las condiciones higiénico-sanitarias de las instalaciones y de los animales, quedando en depósito y al cuidado de los propietarios.
Los detenidos, los efectos incautados y las diligencias instruidas han sido puestos a disposición del juzgado de Instrucción de Murcia en funciones de guardia.
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