El juicio comenzó a finales de febrero en el Juzgado 15 de la capital venezolana, donde el acusado, Dahud Hanid-Ortiz, fue detenido en octubre de 2018, tras supuestamente haber huido a ese país desde Alemania, donde residía en el momento del crimen, según han confirmado a Efe fuentes jurídicas.
Se llega así a la recta final de un largo periplo para determinar si fue este exmilitar estadounidense quien, despechado porque su pareja tenía una relación con un abogado de origen peruano afincado en Madrid, Víctor Joel Salas, decidió viajar hasta la capital de España a matarlo, y entró en su bufete la tarde del 22 de junio de 2016.
Allí encontró a dos mujeres y a un hombre, a los que mató creyendo que el varón era su objetivo. Luego prendió fuego a sus cuerpos y huyó de vuelta a Alemania, donde se dio cuenta, leyendo la prensa, de que no había matado al hombre que buscaba, sino a un cliente del despacho, Pepe Castillo, junto a dos trabajadoras del mismo: Elisa Consuegra, Maritza Osorio, ambas de origen cubano.
Dahud, que según desveló la investigación había amenazado a Víctor Joel por teléfono y que había hackeado el teléfono y el ordenador de su novia para perseguirla a ella y a su supuesto amante, huyó de Alemania a Venezuela, su tierra natal. La Policía demostró que se dejó una botella de agua en el despacho del crimen.
Tras su detención en Venezuela, la justicia de aquel país decidió que no entregaría a España a Dahud, como solicitó el juez que investigaba el caso en Madrid, sino que sería juzgado allí por tres delitos de homicidio y uno de incendio, ya que tiene nacionalidad venezolana: nació en Caracas y aunque también tiene nacionalidad estadounidense, no renunció a la primera, según el documento al que tuvo acceso Efe.
El juicio oral arrancó finalmente el pasado 28 de febrero y la jueza ya ha escuchado al acusado, que ha negado todos los hechos, y también al que supuestamente era su objetivo, el letrado y exfiscal Víctor Joel Salas, quien confirmó lo denunciado a la Policía española y al juzgado madrileño, y quien confía en que ahora el Ministerio de Justicia acelere los trámites para que puedan declarar en el juicio policías y forenses españoles y la mujer que era la pareja de Dahud, según explica este letrado a Efe.
«Hace unos días me llevé la desagradable sorpresa de que el juicio ya se había iniciado, gracias a que contactó conmigo un fiscal que estaba interesado en que declarase allí el 7 de marzo, y así hice las gestiones para ir en persona y tuve el apoyo del gobierno venezolano», relata.
No fue hasta el último momento cuando el fiscal jefe desveló que Salas estaba allí para declarar, con la intención de que los letrados de Dahud no dejasen de acudir ni hubiese nada en contra, y entonces se redobló la seguridad y Víctor Joel pudo mirarle a los ojos y decirle: «La justicia tarda pero llega».
«Él se puso alterado con mi presencia. Y no es fácil mirar a la cara a tu asesino; fue muy duro. Pero a pesar del miedo lo hicimos con el apoyo de las autoridades, que me blindaron para poder declarar libre y espontáneamente, dejando claro que ese hombre dejó huérfanos a hijos, a padres sin sus hijas, y había destrozado hogares», relata Víctor Joel Salas a Efe.
Confía el letrado en que el juicio siga con la declaración de la que era pareja de Dahud, y sobre todo con la de los policías que investigaron el caso y los forenses, como solicita el juzgado de Caracas, si es necesario por videoconferencia. EFE
A.M.