Según ha informado este martes el Cuerpo Nacional de Policía, el detenido aprovechó la ausencia de los padres de los niños para abusar de ellos y agredirles si se negaban a realizar alguna de las prácticas, durante aproximadamente un año.
El arrestado, que portaba la documentación de su hermano y guardaba multitud de medidas de seguridad para no ser identificado por la Policía, fue condenado por estos hechos a 18 años de prisión, y tenía en vigor tres reclamaciones judiciales por delitos de agresión sexual, estafa y descubrimiento y revelación de secretos.
Los hechos se remontan al año 2015, cuando los padres de los menores denunciaron que sus hijos habían sido víctimas de abusos sexuales por parte de un vecino y familiar de los pequeños.
En ocasiones les golpeaba con un cinturón o les pinchaba los dedos con la punta de unas tijeras, y para que sus padres no sospecharan del origen de las lesiones insistía en que las heridas se habían producido jugando y de forma fortuita.
Los investigadores se desplazaron hasta la localidad de Alicante donde se produjeron los hechos y tras las primeras pesquisas confirmaron que el prófugo residía con su pareja actual en una localidad de Álava, si bien guardaba muchas medidas de seguridad para no ser descubierto.
Finalmente, el fugado fue identificado y, tras confirmar su verdadera identidad, a pesar de que presentó un documento a nombre de su hermano, fue detenido por las diferentes reclamaciones judiciales que le constaban. EFE
A.M.