Santa Cruz de Tenerife, 28 ene (EFE).- La piedra de 8,5 kilos que supuestamente utilizó Thomas Handrick para perpetrar el doble crimen de Adeje tenía restos biológicos (sangre y pelos) de su mujer, Silvia, y de su hijo mayor, Jacob, cuyos cadáveres fueron hallados con el rostro desfigurado en el interior de una cueva.
Así lo han confirmado en la cuarta jornada del juicio con jurado popular contra este ciudadano alemán para quien la Fiscalía pide la pena de prisión permanente revisable, dos especialistas de biología del servicio de criminalística de la Guardia Civil que han declarado en condición de peritos.
Además, han detallado que las manchas de sangre y los pelos recuperados en el exterior de la cueva pertenecían todos a Silvia, y dentro, tanto en piedras, prendas y otros objetos identificaron los perfiles genéticos de la mujer, del niño y de ambos mezclados.
La Guardia Civil no halló un solo resto de sangre del acusado en el escenario del crimen, lo que refuerza la hipótesis de que las víctimas no tuvieron ocasión de defenderse o de que el ataque fue sorpresivo.
Donde sí localizaron restos de Thomas Handrick fue en las prendas que éste arrojó a un contenedor de basura cerca de su casa, en las que también identificaron los perfiles genéticos de la madre, el hijo mayor y una mezcla de todos. EFE
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