En el juicio, celebrado ante el tribunal de la sección octava, con sede en Gijón, la Fiscalía ha sostenido que estos hechos se llevaron a cabo en el segundo trimestre de 2018 y dejaron secuelas en el menor, que presenta síntomas postraumáticos como depresión y ansiedad.
Según el relato de la Fiscalía, el acusado abusó de forma continuada del niño, que ahora tiene 17 años, sin emplear violencia ni intimidación.
Las relaciones las mantenían en el interior de los baños del parque del Lauredal en unas ocasiones, y en otras en los baños del ateneo Jovellanos. A cambio, el hombre le entregó dinero y un móvil.
La Fiscalía pide que a los diez años de cárcel se sume otra pena de seis años de libertad vigilada, así como la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros a la víctima y de comunicarse con ella, incluyendo redes sociales durante seis años.
Además, el Ministerio Fiscal reclama que se le prohíba desempeñar determinadas actividades que puedan ofrecerle o facilitarle la ocasión de cometer hechos delictivos de similar naturaleza durante seis años y la obligación de participar en programas formativos, laborales, culturales, de educación sexual u otros similares durante el mismo periodo de tiempo.
En concepto de responsabilidad civil, solicita que el procesado indemnice al menor, a través de su madre, como representante legal, con 2.000 euros. EFE