Las mujeres vivían amenazadas de manera permanente y totalmente intimidadas, en situación de semiesclavitud, llegando a retenerles el pasaporte para evitar que se escaparan.
La operación policial tuvo lugar el pasado 5 de mayo después de que la Unidad contra Redes de Inmigración y Falsedades Documentales (UCRIF) recibiese una denuncia anónima de una víctima explotada por la organización en un piso donde se ejercía la prostitución y del que quería escapar.
La organización desmantelada había pagado el viaje a esas mujeres desde su país de origen, contrayendo de este modo una deuda que tenían que pagar ejerciendo la prostitución y que nunca dejaba de crecer, añade la fuente.
Una vez en España, eran recibidas en el aeropuerto por personas que realizarían labores de “taxi” para trasladarlas a un prostíbulo de Alcantarilla (Murcia) o de Murcia, donde eran alojadas y controladas por otras mujeres conocidas como «mamis», que las prohibían salir solas a la calle o si lo hacían, nunca mas de media hora.
A los locales acudían también personas con el fin único de adquirir estupefacientes; la principal investigada se encargaba de preparar las dosis, siendo las ‘mamis’ quienes la vendían entre los clientes del prostíbulo.
En el operativo policial se han intervenido 4.500 euros, 30 gramos de cocaína rosa, conocida como ‘tusi’, y marihuana, además de diversos fármacos para aumentar la actividad sexual, y cinco vehículos.
A lo largo de la investigación la policía localizó a otras cuatro mujeres que habían escapado de uno de los prostíbulos, y que manifestaron que una mujer brasileña fue la que las trajo desde su país de origen bajo condiciones engañosas.
A los detenidos, siete de los cuales han ingresado ya en prisión provisional y el resto está en libertad con cargos, se les acusa de los delitos relativos a la trata de seres humanos, prostitución, tráfico de drogas, contra el derecho de los trabajadores, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal.
A las 19 mujeres liberadas la policía les ha ofrecido la posibilidad de recibir asistencia de la ONG APRAMP (Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida). EFE