Y esto es así, ha dicho Serrano en declaraciones a los medios, porque no se ha demostrado la vinculación afectiva o de naturaleza análoga entre la víctima y su supuesto asesino, Adil L., de 45 años y nacionalidad marroquí.
Aunque no se trate de un caso que pueda computar como violencia machista, lo que Serrano tiene «muy claro» es que se trata de un feminicidio, en tanto en cuanto «una mujer ha sido asesinada a manos de un hombre».
El supuesto asesino, que la noche de los hechos fue traslado al hospital con heridas incisivas que, según la investigación, podría haberse autoinfligido, continúa ingresado en el hospital Miguel Servet de Zaragoza.
La Policía Nacional ha dado por concluido el atestado del caso, ha trasladado todo lo actuado al juez y ha puesto a su disposición al detenido.
Los hechos sucedieron en torno a las 22.00 horas del lunes en el número 8 de la calle Alegría de Zaragoza. La Policía Nacional recibió una llamada en la que se alertaba de que una mujer estaba pidiendo auxilio y al llegar al lugar vieron a la víctima, a la que los servicios de emergencias no pudieron reanimar, con un cuchillo clavado en el abdomen y a un hombre también herido.
Se trataba del supuesto autor del crimen, que permanecía prófugo de la justicia al no haber regresado después de un permiso penitenciario a la cárcel de Zuera (Zaragoza), donde cumplía una condena de 21 años por haber asesinado a otra mujer en Madrid en junio de 2001 al no querer mantener relaciones sexuales con él.
En su declaración ante la policía el detenido dijo que llevaba casi dos años escondido porque no quería volver a la cárcel, según fuentes del caso. EFE