El joven salió de la aeronave para hacerse un selfie de recuerdo, pero no se dio cuenta que se acercaba demasiado a la hélice trasera del helicóptero.
Lo que en principio eran unas vacaciones de ensueño se ha convertido en una tragedia para toda la familia que viajaba con él.
Una primera reconstrucción señala que el helicóptero, un Bell 407 de Superior Air (empresa que alquila aeronaves de lujo), aterrizó en el helipuerto de Ática, a 40 kilómetros de Atenas.
El joven, abrió la puerta del helicóptero, para hacerse un selfie y salió de la aeronave, pero las palas de la cola del vehículo, aún en funcionamiento, le decapitaron.
«Murió al instante, ya que recibió golpes en la cabeza por el pequeño rotor trasero de la aeronave», ha explicado fuentes policiales.
Sin embargo, Jack Stanton-Gleaves, un amigo de Fenton que también estaba en el helicóptero, dijo que el estudiante no estaba usando su teléfono cuando ocurrió el accidente
Por su muerte se han abierto diligencias y el piloto está imputado por homicidio involuntario, ya que permitió que el joven bajara de la aeronave antes de estar completamente apagado.
«Las palas seguían funcionando cuando desembarcó el joven y nuestra investigación se centra especialmente en una posible negligencia«.
Más imputaciones
Junto con el piloto, otros dos tripulantes de tierra también están imputados por la policía.
El piloto de la aeronave en la que viajaban los padres, tras ver la escena, hizo una maniobra repentina para que no vieran el accidente y les llevó inmediatamente a Atenas.
Allí les esperaba un avión privado que trasladó a toda la familia de vuelta a Gran Bretaña.