El pánico y la ausencia de un interventor fueron, según los sindicatos ferroviarios, factores clave en el suceso ocurrido el martes en el tren que se acercó al incendio de Bejís (Castellón).
Tras ello, la maquinista tuvo que retroceder, una maniobra que se retrasó al activar los viajeros el sistema de emergencia. El hecho se agravó cuando varios abandonaron el convoy y resultaron heridos.
Con el paso de las horas, se van conociendo nuevos detalles sobre lo ocurrido en el interior del convoy. Así como los momentos de tensión en los que varios viajeros abandonaron el vehículo, que hacía el trayecto Valencia-Zaragoza.
Al menos una docena de ellos resultaron heridos; tres con pronóstico grave por diferentes quemaduras.
Renfe sostuvo desde el primer momento que estos viajeros habían bajado del tren desoyendo las advertencias de la maquinista.
Esta versión es avalada por los sindicatos ferroviarios y el Gobierno. Pero algunos testimonios de viajeros recogidos en medios daban una versión contraria, en la que la maquinista les habría dicho que dejasen el tren.
Representantes sindicales destacan que el desempeño de la maquinista fue ejemplar y se ajustó al protocolo. Para explicar lo ocurrido aluden a dos factores: nadie avisó a Renfe y Adif del incendio -la primera en alertar fue la maquinista.
En segundo lugar, la ausencia de un interventor que pudiese atender y dar indicaciones a los viajeros, pues la maquinista estaba sola.
Según el relato que ofreció la compañía, la maquinista paró el tren, en el que en ese momento viajaban 49 personas, a las 17:54. Fue cuando observó una lluvia de cenizas y humo y comunicó con el mando. Cuando reanudó la marcha, retrocediendo, eran las 18.20.
Entre tanto la maquinista tuvo que lograr la autorización del mando para retroceder. Así como cambiar de cabina hacia la trasera y con el problema de los pasajeros que intentaban abandonar el tren.
Ante el pánico de los viajeros, éstos activaron los sistemas de emergencia obligando a la maquinista a desactivar el freno automático para poder circular.
Cuando inicia la marcha y hasta llegar hasta la estación de Caudiel, la maquinista paró hasta siete veces para recoger a los pasajeros que andaban por las vías.
También la maquinista habría dado esta versión a los investigadores, según señala un portavoz del Sindicato Ferroviario.
Al parecer solo tardó cuatro minutos en hacer el cambio de cabina y fue la activación del sistema de emergencia lo que impidió que se saliese antes de la situación de peligro. Una tarea que se habría completado en «diez minutos» necesitó de 25.
Los portavoces sindicales insisten entonces en que la situación no hubiese sido la misma de haber contado con un interventor encargado de informar a los viajeros. En este aspecto denuncian que son muchos los trenes sin interventores debido al déficit de plantilla.
El incidente del tren ha provocado numerosas reacciones políticas, desde la oposición PP y Ciudadanos han pedido la comparecencia de la ministra de transportes.