Con razón decía la directora de Contenidos de TVE, Montse Abad, el día de la presentación de la gala para elegir a nuestro representante que «España tiene posibilidades reales de ganar este año Eurovisión». Vaya si las tenía el sábado por la noche, una vez habían interpretado sus temas los cinco candidatos, cuando lideraba entonces el ranking de las apuestas de pago.
La lástima fue que pocos minutos después, cuando se supo que la elegida era Ruth Lorenzo, pasara de ese privilegiado lugar al puesto décimo. Entre uno y otro lugar sólo Hungría ha elegido ya a su representante para la final de Copenhague.
A todos aquellos que le puedan dar poca credibilidad a este hecho bastaría con recordarles que el año pasado por estas fechas, a mediados de febrero, Noruega lideraba la clasificación, seguida de Dinamarca (la finalmente ganadora) y Alemania.
Por el contrario, en aquel entonces España ya rondaba uno de los últimos puestos a pesar de aún no haber elegido la canción ganadora. Tras la elección del tema «Contigo hasta el final», El Sueño de Morfeo, nuestro represenante, bajó hasta el puesto número 31 mientras Dinamarca ya lideraba las apuestas.
Lo cierto es que hasta ahora nunca las apuestas de pago habían dado tan buena acogida a las propuestas españolas para Eurovision. Apenas 24 horas después de la publicación de los temas España ya se colocó en la 3ª posición en las apuestas de pago, pagando la victoria española 11,4 a 1 y situándose muy cerca de Azerbaiyan (11 a 1) y Rusia (10,5 a 1), países que en esos momentos estaban a la baja, después de haberse pagado dos semanas antes a 7,5 y 6,1 su triunfo.
Nuestro país se pagaba en esos momentos a 11,4 a uno, por delante de Alemania (12,4) y Ucrania (13,4 a 1). Con la elección definitiva de Ruth Lorenzo, ésta pasó al puesto décimo, cotizándose su triunfo en un 21 a 1.