De estrella en Canal Sur, a “estrellada”, en TVE. De “reina de las mañanas” en Andalucía, por delante incluso de Ana Rosa Quintana, a muñeco de punching ball en las tardes nacionales. Pero, ¿quién es realmente Antonia Moreno Morales, más conocida por Toñi Moreno, la mujer de la que todo el mundo habla, ya sea para bien o para mal? La presentadora de ‘Entre todos’, sí, pero también una mujer que, pese a no ser periodista, lleva trabajando en el mundo del periodismo desde los 14 años.
A esa edad se tuvo que poner a trabajar para echar una mano en el nido familiar, en una casa en la que el padre, agricultor, trabajaba sólo cuando había una peonada, y en la que la madre también aportaba cuidando a una señora o limpiando casas. Como la propia Toñi confesó en el programa ‘Noches de palacio’, “en septiembre incluso tenía tres trabajos para poder pagar los uniformes y los libros del colegio”.
Sería sin embargo un compañero de mili del padre, Paco Oliva, el que convertiría a Toñi en la presentadora más popular de la televisión de Sanlúcar de Barrameda, su pueblo natal. Ella ya había hecho sus pinitos en una radio local, y en 1987, con solo14 años, entró en TDC Sanlúcar con la intención de hacer lo que fuera.
Un año después, por su programa de entrevistas ‘Desde la orilla’, que se grababa en la playa de Sanlúcar, ya habían pasado Rocío Jurado, Lola Flores o Alejandro Sanz. Por aquel entonces cobraba entre 60 y 70.000 pesetas (menos de 400 euros), una fortuna para ella, aunque pronto le diría a Paco Oliva que quería ganar más, pero una cifra muy alejada de esos 1.400 euros por día trabajado que al parecer cobra ahora en TVE.
“Doña Perdón”
En aquella televisión hacía de todo y era conocida como “doña Perdón”, ya que, como ella mismo reconoció, “de cuarenta palabras que decía, veinte eran ‘perdón’, incluso empezaba el informativo y decía ‘Hola, buenas tardes, perdón’”.
Quizás la gran espinita que le quedó en aquella época fue el no poder hacer la carrera de Periodismo. Se tuvo que conformar con hacer Derecho, porque era lo que había más cerca de su casa. Como ella misma cuenta, su madre le ha dicho en muchas ocasiones en la actualidad que si hubiera existido entonces un programa como el suyo, ella sí habría podido hacer Periodismo.
O incluso el Rey le podría haber hecho caso en aquella ocasión, cuando tenía once años, en la que le escribió una carta porque sus padres estaban sin trabajo. A buen seguro que la Reina cuando menos la habría contestado, después de haberse declarado recientemente una “fan” suya, como le confesó en la premiere de la serie ‘Vicente Ferrer’, donde ella respondió con una genuflexión “porque no sabía qué hacer”.
De aquella época sin duda que empezó a mamar esa solidaridad que intenta mostrar ahora en su programa en TVE, ya que creció escuchando las historias de su abuela sobre cómo todos los vecinos de su casa compartían lo poco que tenían en los años de la guerra y en un barrio humilde donde todos sabían de todos, donde se vivía con las puertas abiertas y donde si alguien tenía un problema nunca se sentía solo.
Vida laboral
Donde ella no tenía problemas era en su vida laboral, pese a que en su primera incursión en Canal Sur, para hacer un programa de cine, fue un fiasco y tuvo que volver a su tele local, donde al final estuvo nueve años antes de incorporarse definitivamente a la plantilla de la autonómica andaluza para presentar el programa ‘Andalucía directo’.
De ahí ya sólo saldría por voluntad propia, para probar, como está haciendo ahora, en las televisiones nacionales. Así conduciría en Antena 3 el reality ‘Libertad vigilada’, un concurso en el que siete chicos y siete chicas, de entre 18 y 24 años convivieron en un hotel de lujo para pasar juntos sus últimos días antes de independizarse de sus padres.
Producido por Zeppelin, el espacio fue perdiendo interés y pasó de estrenarse con un 24,2% de cuota a despedirse, tras nueve entregas, con un 9,9%. En esa casa también hizo de reportera e incluso de responsable de coordinación en el magazine matinal ‘Cada día’, donde conoció a María Teresa Campos, la mujer a la que ella siempre ha considerado la auténtica “reina de las mañanas”, y a la que sigue dando esa vitola por mucho que ahora su franja horaria sea la tarde.
Su otra gran experiencia fue en noviembre de 2005 en Cuatro, con ‘1 Equipo’, donde compartía protagonismo en la presentación junto a Pablo Carbonell, Antonio Muñoz de Mesa y María Julia Oliván, que en cada espacio salían a vivir la realidad sin prejuicios ni preconceptos.
A partir de ahí volvió a Canal Sur, donde se integró en programas como ’75 minutos’ y ‘Tiene arreglo’, a los que estuvo ligada durante ocho años. En este último, el que conducía cuando TVE llamó a su puerta otra vez, comenzó desesperándose, porque la audiencia no era la que esperaba, hasta que la directora Mercedes Franco le dijo que el objetivo era ayudar a la gente y que eso lo estaban consiguiendo de manera sobrada.
Con el tiempo, ‘Tiene arreglo’ llegó a hacer un 28% de audiencia cuando lo emitían por la noche, y cuando el equipo del mismo salía a las dos de la mañana del estudio la gente les esperaba asomada en los balcones para aplaudirles y darles las gracias. Desde la marcha de Toñi, el programa se mueve entre un 10% y un 12% de ‘share’.
Elefante para arriba
Toñi puede presumir de haber sido profeta en su tierra, y no sólo en su Sanlúcar natal, sino en toda su comunidad autónoma, como refleja esa petición de un gran número de ciudadanos de solicitar que se le concediera la Medalla de Andalucía. De momento tiene la insignia de oro de su pueblo natal, con el que siempre que puede colabora en acciones solidarias, y el Premio que la Academia de la TV concedió al espacio ’75 minutos’ como Mejor Programa de Actualidad Autonómico.
Quizás tenga parte de culpa de ese éxito el elefante de cuarzo rosa con la trompa para arriba que tanto ella como su directora tocaban antes de empezar cada programa, o la Virgen de Regla que tiene en su camerino por partida triple (en un metacrilato, en una foto y en una medallita), junto a una imagen de la Virgen de la Caridad y otra de la Virgen del Rocío.
Con ‘Tienes arreglo’ demostró además que un programa podía triunfar sin presupuestos altos, ni vestidos costosos, e incluso sin siquiera zapatos. Su estilista pedía la ropa prestada y ella, por un problema de pie, tan sólo usaba dos pares de zapatos, unos blancos y otros negros, para que la sirvieran con todos los vestidos, porque el resto no los aguantaba.
Todo muy diferente a las divas como su respetada Ana Rosa Quintana, que la empezó a seguir en Twitter hace tiempo. Ella le preguntó si realmente era Ana Rosa y por qué la seguía a ella, porque no se podía creer que estuvieran en la misma división.