Ruth Lorenzo espera la celebración de la gala final de Eurovisión este sábado con cambios de última hora, ya que se ha visto obligada a sustituir su vestido original por «fallos técnicos».
Tras participar en el primer ensayo general y, a la espera de un segundo donde se recabará la votación del jurado (que supondrá un 50% del total y se sumará al televoto del sábado), Lorenzo ha conseguido superar un primer escollo.
Según informa RTVE en su web, «un fallo técnico» con las placas de acero del vestido, que no estaban haciendo el efecto de destellar luz, ha llevado a la cantante a cambiar el traje que tenía reservado para la final, un diseño de la firma española Anmargo. Ahora, la nueva opción será un diseño de la firma Karim Design, fundada en Copenhague en 1991 por el iraní Karim Feyzi.
Por otro lado, finalmente el sorteo ha deparado que la cantante española salga en la 19ª posición, entre Finlandia y Suiza. Éste es el mismo puesto en el que actuó Pastora Soler en 2012 (décima posición), Sergio Dalma en 1991 (cuarta posición) y Betty Missiego en 1979 (segunda posición). La gala la abrirá Ucrania y la cerrará Reino Unido.
En cualquier caso, durante un encuentro con internautas que mantuvo este jueves, Lorenzo aseguró que se guarda «un as en la manga» para la actuación final. «Estamos ultimando detalles. Lo que habéis visto en los ensayos no es lo que se verá en cámara, eso lo veréis el sábado. Sí puedo decir que llevaré la melena suelta», desveló.
La cantante aseguró que llega con «nerviosismo, entusiasmo, miedo… hay de todo». No obstante, insistió en la importancia de ofrecer una buena actuación, más allá del puesto final. «Estar aquí ya es lo más. Mientras mi actuación sea de 10 estaré satisfecha», señaló.