La noche de los Emmy dejó muchos ganadores y triunfadores. Algunos mas sorpresivos que otros (Sherlock), y otros que ya habían demostrado su calidad con creces (Breaking Bad). Pero, ¿quiénes fueron los fracasos de la noche? Repasamos a las series olvidadas de esta edición de los premios de televisión.
Juego de tronos, una serie que ya ha sido premiada en varias ocasiones, se presentaba a la gala con más nominaciones que nunca, 19. Y no, no se llevó ninguna, ni siquiera el premio a Mejor Actor Secundario para Peter Dinklage (Tyrion), el cual se daba por seguro tras su magnífica actuación en la cuarta temporada de la serie, pero que finalmente se llevó Aaron Paul de Breaking Bad.
True Detective sí consiguió un galardón a Mejor Dirección, pero no resultó más que otra decepción en la gala. Ni un oscarizado Matthew McConaughey ni Woody Harrelson consiguieron el premio a Mejor Actor Principal, ni la serie rozó el de Mejor Serie de Drama ante el gigante Breaking Bad. ¿Hubiese triunfado como dicen sus críticos si hubiera optado por presentarse como miniserie y no serie? No cabe duda viendo su resultado final.
Más curioso resulta el caso de House of Cards con Kevin Spacey, una serie que ha recibido muy buenas críticas pero que, como todo el resto de series de Netflix, dejó al medio digital prácticamente de vacío.
Por parte del medio digital ampoco triunfó Orange is the New Black, pero poco tuvo que hacer ante comedias como Modern Family o Veep. Todo un fracaso del formato de series de Netflix frente a populares cadenas como HBO. ¿Cambiará la situación el año que viene?
La mala pronunciación de Gwen Stefani al entregar premios o el colocar a Sofía Vergara en una ridícula plataforma giratoria tampoco debió alegrar la noche a más de uno pero una gala de este tipo encierra mucha opinión de los críticos. Al final, es el público y las audiencias quiénes deciden cuáles son sus favoritas, sin embargo, más de uno habrá dejado un hueco en su estantería sin cubrir. Quizá el año que viene.