Si un programa tuviera en España un 49% de cuota y fuera visto por 12,3 millones de espectadores, su presentador sería ya millonario y hasta tendría su propia estatua en el Museo de Cera. Pues bien, eso es lo que ha conseguido en el Reino Unido 'The Great British Bake Off’, un «talent show» de… pasteleros.
Con esos registros no es de extrañar que pudiéramos ver pronto el formato en España, donde tantos programas sobre cocina siguen contando con el beneplácito popular, pero de momento nos tenemos que conformar con un «casi» compatriota, Luis Troyano, haya triunfado en este concurso.
Se trata exactamente de un hijo de inmigrantes españoles, nacido y criado en Stockport, que llegó a la final del espacio, la que tuvo esas cifras que ni con el Mundial de fútbol habían tenido en ese país, y que lo logró con ¡un roscón de Reyes de pimientos y aceitunas!.
El formato de Love Productions para pasteleros aficionados ha arrasado en la BBC One, con una media de 9 millones de espectadores en cada emision, gracias también en parte a la presencia de Mary Berry y Paul Hollywood, que ejercieron como jueces del concurso.
Tal ha sido el éxito del espacio que incluso los supermercados y las librerías se han beneficiado de ello. Los primeros han visto cómo tanto los ingredientes o los artículos de cocina usados en el programa se vendían entre un 30 y un 60% más, mientras que las segundas contemplaban que hacían lo propio las ventas de libros de repostería. También creció el número de miembros de clubs de aficionados a la pastelería e incluso el de tahonas.