Lo que en la presentación de la serie eran mensajes de satisfacción y apoyo a la adaptación de su novela que había llevado a cabo la productora de José Manuel Lorenzo para Telecinco, ahora, tres semanas después de su estreno, son críticas a todo el mundo… salvo a Aitor Luna.
Arturo Pérez-Reverte no pudo soportar ver lo que supuestamente habían hecho en el tercer capítulo con su obra y de madrugada echó mano de su Twitter para denunciar que «imaginen con qué estado estomacal veo a Belén Esteban y a Olvido Hormigos, tres minutos antes, de teloneras de Caridad la Lebrijana».
El escritor precisaba que «tampoco está de más recordar que los derechos no los adquirió Telecinco, sino una productora independiente que luego la vendió a Telecinco», e incluso desvelaba fallos en el capítulo como «esa bandera inglesa colgada en Alatriste me ha repateado el hígado, lo reconozco. Y mucho. Ese asesor histórico que se ahorraron».
Esa quizás fue una de las únicas quejas que ha mantenido desde el principio, que no se quiso contratar a ese asesor, mientras que lo que también sigue sosteniendo es que «Aitor sigue siendo un dignísimo Alatriste. Y el Tercio está a la altura. De los problemas no son ellos la causa».
Lo curioso es que esas críticas las hizo casi ocho horas antes de ver por la mañana cómo la audiencia casi le daba definitivamente carpetazo a la serie, al pasar del triste 9,3% de la semana anterior a un pobrísimo 6,9% de cuota de pantalla, casi la mitad, por ejemplo, que el 12% que obtuvo unos minutos antes de su emisión el resumen de 'Gran Hermano VIP'.