«Soy verdulera». Menos mal que no tiene problemas en reconocerlo. ¿Qué cómo va a ser «verdulera» una escritora de fama? Pues a lo mejor encuentran explicación a la afirmación de la propia Belén Esteban con una de sus últimas grandes frases para la posteridad, «estoy del mocho hasta el chocho».
Hasta el vidente Sandro Rey, el hombre que había predecido que él sería el expulsado este jueves, podría haber llegado a deducir con sus dones que su amiga era, es y será ordinaria como ella sola. Bueno, o como Ylenia, o como Laura o como Aguasantas. Bueno, como ésta no porque todavía casi no la hemos visto hablar en la casa. Es otro «mueble» más como el «torero-florero».
Lo malo es que estos dos todavía tendremos que verlos, de vez en cuando, durante al menos otras dos semanas más porque ninguno de ellos está nominado para ser expulsado la próxima. Sí lo están Fede, Kiko Rivera y Laura, con lo que uno de los que sí da juego, como ocurriera la primera vez con Olvido, se tendrá que despedir mientras que los que no pintan nada siguen ahí.
Cuando menos esta semana no veremos a Víctor Sandoval seguir sintiéndose Calimero y diciendo otra vez que se quiere ir. ¿O sí?. Viendo cómo se las gasta y cómo se las gasta su amiga Belén, que también volvió a llorar en el confesionario diciendo que quería irse, ya cualquier cosa podemos esperar de ambos.
Incluso que se peleen, sobre todo si él vuelve a llamarla «Señorita Rotermeier», demostrando que la serie 'Heidi' hizo mucho mal en nuestro país. Ese calificativo fue como ponerle banderillas negras a Belén, que volvió a sacar su «vena verdulera» para afirmar que «estoy hasta el coño, estoy harta, agobiada, que sea la última vez que me lo dice porque yo no tengo necesidad de estar aquí sufriendo».
Llantos por doquier
Claro que viendo cómo lloraban la mayoría en el confesionario parece que todos están sufriendo más que si hubieran sido torturados por Torquemada. Por sus reacciones lacrimógenas parece que llevan más tiempo sin ver a sus familiares, amigos o perro que aquellos individuos que acudían a programas como 'Sorpresa, sorpresa' que llevaban sin ver a un ser querido varios años por vivir en distintos continentes. ¡Dos semanas señores, que llevan sólo dos semanas de vacaciones!. A este paso cuando lleven dos meses una no sabe lo que va a pasar.
Es de esperar que al menos uno, Víctor, ya no se ponga tan pesado con su perro, después del «tute» que le dio al pobre cuando le vio este jueves. Yo soy el animalito y ya me he escapado de su casa para no tener que sufrir tanto beso y achuchón. Una no quiere ni pensar qué habría hecho la Esteban si la llevan al «cielo» ese que se han construído ahora a su Andreíta.
Los dos son tan para cual, por mucho que tuvieran un encontronazo que seguramente tendrá que «pagar» Víctor cuando Belén vea fuera el vídeo que él le dedica a ella con frases como «¡vete a 'Sálvame'!», «tú estás forrada de dinero y yo muerto de hambre«, «me da miedo», «se levanta amargada» o «que no la den más ataques de histeria porque me desequilibras».
Claro que no sé si le tendría que avergonzar más ese o en el que le pregunta a Kiko Rivera si se había «tirado» de joven a Laura Cuevas, «teniendo un chocho en casa». El «dj» le respondió simplemente que «no, porque los tenía mejores», y él volvió a la carga preguntando también a la chica, a la que llamó «cateta» e «inculta» en su cara, «¿con cuántos amigos de Kiko lo hiciste?». El hombre desde luego está obsesionado por el sexo de los demás, ya que al parecer, según cuenta, él tiene poco últimamente.
Expulsado
El que ya no tendrá oportunidad de contar nada más, al menos dentro de la casa, es un Sandro Rey que, como buen vidente, adivinó la noche anterior su expulsión, «pensé que o Laura o yo saldríamos» (hasta un niño de tres años habría apostado por uno de los dos).
Sandro llegó al plató repartiendo «bendiciones para todos» y salió preocupado por si se había creado una imagen de racista, después de los vídeos que le pusieron sobre sus discrepancias con Coman, que parece que había sido lo peor que había hecho en la casa.
El vidente sólo pudo alegar al respecto que «los cánticos que hacía pertenecen a la santería y parecía que estaba invocando a algo», asegurando que lo que ya no podía sabe era el motivo exacto por el que la audiencia, el 36,9% de la misma, había decidido expulsarla a él: «Dios sólo hay uno y si yo supiera eso no estaría aquí».
En el infierno, como no podía ser de otra forma después de lo «mala» que ha sido desde que entró, es donde estará esta semana Ares, otra «vidente» que adivinó por su cuenta que había sido Ylenia la que había decidido quién iba a la sala roja.
Lo peor para ella, por la cara que puso, es el no poder estar junto a Belén, su «dueña y señora». Y para colmo tendrá que soportar a Laura y a Kiko, aunque seguramente será a éste al que más se arrime ahora, aunque no sea porque éste la lleve a ese balcón que alquila en la Semana Santa sevillana, como había dicho Ylenia.