Aunque nadie sabe si, una vez más, volverá a recrudecerse el conflicto, lo que de momento sí ya es oficial es el fin de la llamada «guerra del fútbol» entre el Grupo Prisa y Mediapro. Al final, el ganador de la misma es este último, el que lidera Jaume Roures.
Así al menos lo ha establecido la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo, que, por unanimidad de sus cinco magistrados, ha estimado el recurso de casación interpuesto por Mediapro contra la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid que condenaba a éste por incumplimiento de los contratos firmado en junio de 2006, lo cual dio pie a este conflicto agosto de 2007.
La principal conclusión de esta sentencia es que Mediapro únicamente deberá abonar 32 millones de euros, cantidad que resulta de las liquidaciones entre Prisa y Mediapro por la temporada 2006-2007, y no los 320 millones de euros que reclamaba la primera.
Prisa vio posible el poder cobrar esa cantidad cuando el Juzgado de Primera Instancia número 36 de Madrid y la Audiencia Provincial de Madrid les dio la razón, condenando el primero a Mediapro a pagarle más de 100 millones de euros y llegando la segunda a esos 320 millones de indemnización.
La amenaza de impagos por parte de Prisa así como su petición de ejecución provisional de dicha sentencia provocó, según la empresa fundada por Jaume Roures y Tatxo Benet, el concurso de acreedores de Mediapro en junio de 2010.
Ahora, la sentencia del Tribunal Supremo, al que ya no se puede recurrir, estima el recurso de Mediapro en el sentido que el contrato de junio de 2006, en la interpretación que de él hacía Prisa, era nulo de pleno derecho, ya que su cláusula quinta contravenía las leyes de libre competencia.
Lo que todavía no está resuelto son la demanda que Canal + presentó en 2011 por incumplimiento de determinadas cláusulas estipuladas en la explotación de los derechos. La Audiencia Provincial de Barcelona condenó en enero de 2014 a la productora catalana a pagar a Prisa 4,45 millones de euros y la sentencia también está recurrida.
Y por otro lado hay una disputa más que ha llegado al Tribunal de Arbitraje de París y por la que Prisa exige unos 109 millones de euros a Mediapro por inflar el precio de los derechos en las temporadas 2012-2015.