Pedro García Aguado ha dejado su papel de Hermano Mayor aparcado para ser jurado de Levántate, un concurso donde padres y madres cantan con sus hijos.
Ayer el nuevo programa de Telecinco que presenta el incombustible Jesús Vázquez puso la piel de gallina de los allí presentes y a los espectadores. La emoción esta servida con cada una de las interpretaciones.
Tanto es así que el que más se ha emocionado y al que más hemos visto dar rienda a sus sentimientos ha sido a Pedro García Aguado, que durante todo los emisión estuvo disfrutando, sintiendo y emocionándose. Ese Hermano Mayor, al que hemos visto impasible como coach de jóvenes y chavales de lo más rebeldes donde al conductor de estos chicos no se le movía ni un pelo.
Marcaba las directrices y las normas achavales problemáticos y descarriados difíciles o imposibles de controlar por sus padres. En Levántate se ha visto un Pedro desconocido, que se toma muy a pecho cada decisión y cada puntuación.
Lágrimas en los ojos, manos juntas suspirando, «pelos de punta aunque pocos me queden» como el mismo confesó… En definitiva, un deleite de disfrute y tensión que sólo acaba de empezar.