¡Gracias Españaaaaaa! El grito que dio Ylenia cuando supo que la audiencia la salvaba fue el que dio uno de cada seis españoles cuando Jordi González dijo que el que tenía que abandonar la casa era Víctor Sandoval, con Los Chunguitos a la cabeza.
La única persona que lloraba desconsolada en ese momento en el país por él era Belén Esteban, por haberse quedado sin su «marido» (Sandoval dijo en el plato que ella era «como mi mujer»). Eso sí, las lágrimas le duraron lo que tardó David Burrull en cantarles una canción.
El numerito ya estaba hecho y una vez más se ha demostrado que lo de «el muerto al hoyo y el vivo al bollo» es más cierto que nada. Eso que había dicho de «si sale Víctor me muero», nada de nada. Aquí no se muere nadie por nadie y menos una Esteban que sabe que han hecho este 'Gran Hermano VIP' por y para ella.
Y si no que se lo pregunten a Ares, la segunda que más méritos había hecho para salir de la casa, que entró en ella tras ser amnistiada no sólo no riendo y alegrándose por ello sino pidiendo casi perdón y diciendo «lo siento» al ver la cara de Belén.
Sólo por ese gesto merecería salir la próxima semana, en la que vuelve a estar nominada junto a Ylenia e Israel, pero el hecho de que el torero haya vuelto a convertirse en el «florero» de la casa (no sólo no le dedicaron ni un vídeo durante las tres horas de la gala sino que es que casi ni habló en los mismos) y, por qué no, que se haya convertido ya en el principal «lameculos» de Belén, con permiso de Ylenia (ésta tiene que repartir su tiempo también con Fede), le hace ser el principal candidato a irse el próximo jueves.
Perdón, perdón
El derrotado de momento es Víctor, que llegó muy gallito al plató, pese a que fue recibido ya con abucheos, diciendo que no iba a pedir perdón por nada ni a nadie y terminó pidiéndoselo a todo el mundo.
Se lo pidió a Olvido Hormigos, que aceptó sus disculpas y el beso que la dio aunque no renegó pese a ello de Belén porque «yo por mis amigos muero y si he muerto por una amiga estoy bien muerto»; se lo pidió al padre de Aguasantas, de la que dijo que era una gran chica después de vídeos en los que se le había visto diciendo que le daba «asco» y mil y una burradas más; dijo que se lo pediría a Fede en cuanto le viera, por algunas cosas que le había dicho; y hasta intentó reconciliarse con Los Chunguitos, pese a que éstos parecía una hora antes que habían levantado a toda la «nación gitana» contra él.
No es de extrañar que lo hiciera después de confesar en público que «viéndome desde fuera me hubiera dado de tortas en algunos momentos«, así como que se había demostrado que convivir con él era muy difícil.
Eso no quita para que aprovechara la gala para empezar a pedir trabajo, «quiero trabajar ya», e incluso diera a la dirección de Mediaset una pista sobre el tema, «que me metan en una serie como 'Gym Toni'», porque aseguró que «he demostrado ser un buen actor».
Pasan del dinero
Quizás también habría que darle un papel en otra serie a Belén Esteban, que sigue manteniendo que «yo no he venido aquí por el maletín», y que subraya que «si no me voy es porque no quiero que mi hija diga que tiro la toalla».
Su hija, que tanto le quiere, seguro que entendería que lo dejara para no verla sufrir más, si es que verdaderamente se puede sufrir ahí dentro, por mucho que la Esteban diga que «la gente no sabe lo duro que es estar aquí dentro». Seguro que la mitad del país se cambiaría por ella y por ganar lo que gana ella cada semana, en vez de tener que ir a trabajos de mierda.
En esas está también Ylenia, la «pequeña Sandoval» como la definió Víctor en el plató, que decía que también prefería irse si se quedaban las «dos chirlas» y que ahora ya estará meditando cuándo pedir la hora sin cámaras para llegar al éxtasis con su Fede.
Si lo logra y queda satisfecha quizás sea otra candidata seria a salir, ya que por estar con su chico, el que va luego diciendo por ahí que no tiene nada en común con ella y, por ejemplo, mucho con Chari, y por estar con Belén, se está perdiendo el poder disfrutar realmente de esta experiencia. Si una semana más intenta salvarse arrimándose más a su «diosa» demostrará que se equivocan los que alguna vez han pensado que es lista.