lunes, noviembre 25, 2024
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Los trabajadores de TVE en Melilla deben saltar su propia valla

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Sin llegar a la situación de extrema pobreza y desesperación que les lleva a diario a los inmigrantes africanos a intentar saltar la valla de Melilla, los trabajadores de TVE en el Centro Territorial de esa localidad llevan ya meses teniendo que saltar otra valla imaginaria para poder realizar a diario su trabajo, pese a que cada vez encuentran más obstáculos para hacerlo. 

La ciudad autónoma quizás haya sido en el último año uno de los puntos más calientes de la información, tanto por ser frontera sur de Europa, lo que genera multitud de noticias de interés nacional e internacional, como por los constantes intentos de asaltar la valla que separa África de España como por las células yihadistas que pasan por allí o incluso más recientemente por la investigación que está llevando a cabo el Tribunal Supremo al presidente de la Comunidad, Juan José Imbroda.

A pesar de ello, la plantilla del centro territorial de RTVE en Melilla no sólo no crece para intentar atender tanta información, ya que además de todo eso tienen que encargarse de la información local de la zona, sino que mengua día a día.

Primero se decidió prescindir del reportero gráfico, ahora se ha trasladado a Ceuta a quien ejercía de jefe y en los próximos días las seis personas que quedan podrían quedarse en la mitad, ya que tres de ellas están siendo sometidas a tratamiento médico en la Unidad de Salud Mental por la acumulación sostenida durante meses de estrés laboral.  

Equipos rotos y escasos

El secretario general de UGT en RTVE, Miguel Ángel Curieses, precisó a este periódico que la situación que se vive en Melilla «es la más preocupante de todos los centros territoriales que tiene la casa, por mucho que en ninguno de ellos se esté como debiera»

La diferencia principal que ve con el resto es que «allí todo es una inmensidad, porque estás a ocho horas en barco de la Península si no quieres pagar costes muy elevados vía aérea y lo que en cualquier otra ciudad se puede arreglar de un día para otro, allí no ocurre igual». 

Ese por ejemplo es el caso de la Unidad Móvil de aquel centro, que lleva meses averiada sin que esté prevista su disponibilidad en un futuro inmediato, o la impresora, que tampoco ha sido reparada ni sustituida por otra como suele ocurrir en otras ciudades. 

Curieses también denuncia que, además de que la Unidad Informativa no tiene reportero gráfico, los técnicos de sonido se ven abocados a trabajar también como “captadores de imagen”, con «una formación a todas luces insuficiente y con una carga de trabajo excesiva» (al parecer llevan así desde enero de 2014).

La productora que contrata TVE (WIKONO) «no ofrece una calidad aceptable sin que parezca preocuparle a la dirección». Además, las misma fuentes sindicales aseguran que no se dota a todos los equipos con el software necesario (como Dalet e Inews, que sigue sin instalar en varios equipos), o que sólo haya un equipo con Edius (el programa para editar vídeos), lo que obliga a que los redactores se tengan que turnar para usarlo. 

Sin horas extras

Ejemplo también del abandono al que están sometidos los seis trabajadores que quedan en ese centro territorial el el hecho de que los recortes presupuestarios hayan llegado a carencias como agua o cuadernos o material de oficina.

Miguel Ángel Curieses asegura que incluso la dirección de la casa no les ha pagado las horas extras que habían realizado para poder contentar a quienes les llamaban de la propia TVE o del Canal 24 Horas y RNE solicitándoles informaciones.

«Por convenio tenían derecho a recibir la mitad en días de descanso y la mitad en dinero y sólo se les han concedido los primeros, pese a que las compensaciones económicas no llegarían en el acumulado a unos 300 euros por persona», precisa.

Por todo ello considera que «a la dirección de RTVE, al Partido Popular, y a su Gobierno, se les llena la boca hablando de la “unidad de España” o de la “marca España”, pero no pueden hacer esa campaña con casos como el de Melilla».  

Claro que para su sindicato todavía es peor el que el centro de esa ciudad no sea ajeno a la supuesta manipulación informativa imperante en RTVE, recordando que «se ha llegado a suprimir su información local, que es parte fundamental del servicio público de RNE, para entrevistar al Presidente de la Ciudad Autónoma o al Delegado del Gobierno, por instrucción directa del responsable y con el único argumento de que “es la máxima autoridad” ¿Alguien puede imaginar que para entrevistar a Rajoy dejásemos de emitir el telediario o el boletín de noticias?».

Según él, ha habido distintas noticias de abusos e incidentes que la redacción ha considerado importantes pero que «han sido paradas por el responsable de la Unidad Informativa», el cual fue denunciado ante el Consejo de Informativos por manipulación.

Mientras, en el apartado económico los 32,3 millones de euros que se comprometió a ahorrar RTVE en 2014 y los 34,9 millones previstos para 2015, según el Plan de Eficiencia aprobado en 2012 y complementado con nuevas medidas aprobadas en 2014, podrían tener también algo que decir en tanto recorte en Melilla. 

Por ese motivo, y ya pensando sólo en los seis trabajadores que todavía quedan allí, UGT, después de haber pedido repetidamente un estudio psicosocial sobre este asunto, que Curieses dice que «parece ser que no interesa realizarlo, y ya no lo vamos a pedir más», va a solicitar una inspección de trabajo y a presentar una querella criminal a la dirección por atentar contra la salud de los trabajadores. Esa parece ser su última solución para impedir que la totalidad acaben enfermos.
 

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