A pedir. Nuevamente ella, y nuevamente todo el mundo riéndole las gracias. Belén Esteban, la mujer que va a ganar 'Gran Hermano VIP' (salvo sorpresa como la del «alcorconazo» futbolero, ya lo ganó antes de entrar), volvió a ser la gran protagonista del debate, tanto con sus dotes de «verdulera» como de «pitonisa».
Fue ella misma la que se autocalificó de lo primero, «si he quedado aquí como una verdulera o una gritona, me da igual, he sido como soy». Lo segundo se lo ganó a pulso recordándonos que «ya dije yo que el brasileño era un infiltrado».
La colaboradora de 'Sálvame' ha hecho hasta balance ya del programa: “'Gran Hermano' ha sido una experiencia bonita y también muy dura», y de lo que había sentido al no ser expulsada, «pensaba que la gente ya no me quería porque, conmigo pasa así, o se me quiere o se me odia, y me ha alegrado que no me hayan expulsado».
Por supuesto se acordó de su hija, «qué inyección me habéis dado con la conversación con Andrea, porque es que a la Andrea le cuesta mucho decir te quiero», y de los que abuchean en el plató, «¿por qué la gente abuchea tanto?, es que no me gusta que lo hagan pero ahora abuchean a todos».
Y por supuesto su modestia salió a la luz cuando indicó que «media España me odia y media me quiere», y las prebendas que siempre tiene, «me ha dicho el Súper que ya queda poco para la final». Su última petición ha sido la de solicitarle a éste que le pongan la canción de la película 'Flashdance', no se sabe si porque ella misma se creyera Jennifer Beals, su protagonista.
Chari y Borja
Su último «aliado» y «palmero oficial» es Coman, que la dijo que «sabía que ibas a estar en la final», precisándola que «has vuelto a confirmar que te quieren, no eres la estrella del concurso por azar«. Con esas palabras se ha ganado la expulsión inmediata, pero eso, lo de que no le importa ya salir, lo intenta disimular subrayando que «es de suponer que pueda estar en la final y eso me sienta muy orgulloso».
El irundarra recordó que «vine con cuatro camisetas y cuatro pantalones, porque no creía que pudiera durar mucho, y ahora no sé cómo va a influir en mi familia y en mi tribu este éxito». El joven hasta se cree ya un gigoló: «Si alguien quiere ganarse a Aguita tiene que ganarme a mí, yo soy de Santi y Santi es mía». Si él lo dice…
Y es que Aguasantas, que no era tan vidente como Belén, ha estado emocionada estos días con el brasileño, «como no lo entiendo, me invento la mayoría de las cosas que le digo, pero es muy simpático, parece uno de nosotros, es guapo, esos rizos, su sonrisa, es guapo el tío». Eso sí, se dio cuenta de que había un «ángel protector» a su alrededor, «lo que pasa es que el Coman no me deja ronearle, pero lo seguiré intentando».
A quien también gustó mucho es a Ángela, que sólo mostró halagos hacia él, «qué limpio, qué ordenado es Joao, habla con todo el mundo, es amable, educado, es una maravilla». No es de extrañar que incluso Coman pensara que había hasta atracción física entre ambos.
Al margen de esa sosería general en la que se ha ubicado el concurso, lo único «novedoso» fue el reencuentro de Chari con Borja en el plató. Mientras él la decía que «no tengo por qué perdonar porque no tengo ningún derecho a exigir nada», ella recalbaba que «sabía que había cosas que le habían molestado, si me pongo en su situación lo hubiera pasado también mal, pero te quiero muchísimo».
Lo malo es que gente como Belén Rodríguez y Kiko Hernández manifestaron su total desconfianza hacia esas palabras, y hasta dijeron que todo era un montaje de la pareja e incluso que sólo dijeron que lo habían dejado para que ella pudiera entrar en el programa. Cuanta envidia.