Hasta ahora, la mujer española era reconocida en todo el mundo por su belleza, por su elegancia o por su simpatía. Ahora, gracias a 'Gran Hermano VIP', si lo han visto fuera de nuestras fronteras, será conocida como la más ordnaria del planeta.
Da lo mismo que las concursantes estén en la casa que en el plató del programa, la ordinariez prima por encima de todo en ellas. Belén Esteban, Ylenia y Olvido Hormigos están demostrando que no es un espacio para que lo vean los niños.
La primera, la ganadora salvo que la «nación gitana», Euskadi o Guinea Ecuatorial digan lo contrario, volvió a confirmar en la penúltima gala que a ordinaria no le gana nadie, salvo alguna de su club de amigas rubias.
«Me paso sus palabras por el potorro» o «estoy hasta el coño de todo», son afirmaciones que demuestran hasta qué punto se puede premiar la mala educación si es ella la que se lleva el maletín (mi amiga La mosca sigue manteniendo que lo tiene en su casa incluso antes de empezar el programa).
Bronca en el plató
Claro que ayer la Esteban también tuvo unas fuertes competidoras en la lucha por el trono de la ordinariez con Olvido Hormigos y, sobre todo, cómo no, con su otra «amiga» rubia, Ylenia. Que la primera la llamara «choni», algo de lo que ella misma presumió en el concurso, la sirvió como excusa para cargar contra la exconcejala.
Y no se crean que se quedó corta la moza, qué va, vamos para lavarla la boca con agua y jabón o incluso con legía. «Cerda», «puta» o «promis» (por «promiscua») fueron algunos de los adjetivos con los que obsequió a su compañera de concurso, que se fue llorando para montar su numerito particular.+
Ylenia culpó de las iras de Olvido a la propia Belén, «lo que pasa es que como ahora sale ella se te ha acabado el chollo porque ya no te van a llamar para hacer platós«, y volvió a hacer lo de la despedida con la manita, movimiento con el parece más tonta incluso de lo que aparenta, por mucho que a parte del público le siga resultando gracioso (la ordinariez parece que se pega).
Los pocos reflejos para reaccionar siempre a tiempo de Olvido la impidieron provocar que la otra se quedara sin su esperado reencuentro con Fede, ya que Jordi les terminó advirtiendo de que si seguían en ese plan las terminaría echando del plató a las dos, aunque fuera sólo una la «provocadora». Con cualquier palabrita que la hubiera dedicado a Ylenia las dos se habrían ido.
El «sorprendido»
Y es que a parte del numerito de familiares y amigos que montó Telecinco en la gala de este miércoles, nuevamente con Belén de gran protagonista preguntándose por qué no habría venido su «Migue» y dándolo todo con su madre, el gran protagonista fue Fede, que se quedó tremendamente sorprendido, como el resto de habitantes de la casa, por no haber llegado a la final.
Pese a todo, el chico lo primero que hizo fue pedirle perdón a Ares por lo que dijo de ella «en cuanto lo dije, me di cuenta de que había hecho mal. Ares, no te lo digo por decir. Antes de entrar en el plató ya sabía que te tenía que pedir disculpas”.
El programa le puso por supuesto un romántico vídeo-resumen de su relación con Ylenia y el italiano, en cuanto las imágenes terminaron se levantó y besó a su chica, pese a que en el vídeo con el que había entrado al programa había dicho que las mujeres que a él le gustan son aquellas «con las que se puede hablar, que son cultas».
Fede insistió en que no había visto el 'Gandía shore' en el que había participado ella, «antes de entrar, mucha gente, por prejuicios y porque no la conocían, me dijeron que no me acercara a ella pero la vida es una sorpresa y mira, Jordi, al final estamos juntos”. Según él, «todos somos imperfectos y yo me he enamorado de ella con sus virtudes y sus defectos».
Respecto a no haber pedido la hora sin cámaras, el italiano indicó que «antes de entrar, yo iba un poco de chulo pensando que iba a hacer edredoning. Pero luego, cuando quería hacerlo, no me dejaba llevar y pienso que, cuando las cosas no fluyen, no hay que forzarlas. Había algo, mentalmente, la gente, las cámaras…no lo hubiera disfrutado al cien por cien. Ylenia no sabe lo que le espera esta noche”. A lo mejor él tampoco sabía lo que le esperaba.