-Qué les diría a los que piensan que 'Sopa de gansos' es otro programa de monólogos…
-Que no son monologos al uso haciendo una reflexión, sino desde un personaje, utilizando objetos… y que además hay magos, payasos, comedia musical o animación.
-Es decir, que cualquier parecido con 'El club de la comedia' es pura coincidencia…
-'El club de la comedia' es un programa en el que hay gente famosa haciendo monólogos y de vez en cuando cómicos, y en el nuestro sólo hay cómicos profesionales, que escriben sus propios textos.
-¿Cuánto debe durar una actuación para que no se haga pesada?
-Ninguna actuación debería durar nunca más de siete minutos, es una cuestión de ritmo. Nosogros teníamos claro que queriamos tener grabadas cien actuaciones, para a partir de ahí configurar los programas.
-El programa es un homenaje a los cómicos. Son todos los que están, pero ¿están todos los que son?
-Faemino y Cansado, por ejemplo, no están porque llevan años sin hacer televisión, es una pena. Nos gustaría tener otra temporada para volver a intentarlo, o por separado, y también para convencer a gente como Pedro Ruiz, Josema Yuste, Millán, Pajares… Creo que hay muchos que nos llevan haciendo reir muchos años y una gran cantera de cómicos nuevos que podrían estar en la segunda o tercera temporada. Hay cómicos de sobra en este país.
-¿Incluido usted?
-Sopa de gansos es una máquina del tiempo de lo que ha sido la comedia, es y será y está todo muy repartido entre una u otra época. Yo he grabado un par de monólogos, pese a que llevaba años sin grabar uno.
-¿Se hacía mejor humor antes o ahora?
-Yo creo que lo que han variado son los ritmos, los temas, la manera de comunicar, pero yo sigo viendo cómicos de los años 50 y me sigo riendo con ellos. Ha habido una evolución en los contenidos y en las formas pero no en la calidad.
-¿Existe el «humor inteligente»?
-Es que yo no me identifico nada con el «humor inteligente», porque creo que el humor bueno es el que hace reír. El inteligente te viene de darle tres vueltas a un chiste y que al final haya un remate por el que pienses qué inteligente es el tipo ese, pero el humor también es el directo ese de que alguien se tire un pedo y haga reir. Todo vale mientras te provoque una sonrisa.
-¿Sigue funcionando entonces el caca-culo-pedo-pis?
-Yo creo que en este país sí sigue funcionando. No hay más que ir a una sala y hablar de tirarte un pedo y ves cómo la gente se ríe. La gente tiene menos prejuicios que los que nos dedicamos a ponerle etiquetas a las cosas.
-¿Cómo hay que definirle ahora a usted, como actor, cómico, humorista, productor…?
-Yo soy cómico, porque a la hora de producir también lo llevo desde el punto de vista que tengo de la vida, desde la comedia. Si tuviera que definirme, y siempre lo hago, cómico.
-¿Se ha vuelto más serio ahora con eso de la producción?
-No es que me haya vuelto más serio pero lo que pasa es que ahora tengo más responsabilidad, un montón de gente que depende de los programas que hago. Tengo una responsabilidad ahora también con las familias de cómicos, que espero que cuando vean el programa piensen que por fin se ha hecho un programa dedicado a ellos.
-¿Haría drama?
-Sí, como productor haría dramas y como cómico creo que la comedia está muy cerca del drama. De hecho, cuando peor lo estés pasando probablemente más risas provocas a la gente.
-¿Al empezar 'Sopa de gansos' lo veía con el mismo optimismo con el que podría haber visto al principio 'Chiringuito de Pepe'?
-La verdad es que no, yo creo que han sido dos partos muy diferentes. Me lo he pasado mucho mejor en el lanzamiento de 'Sopa de gansos' que en el otro, que fue un parto mucho más duro.
-Aunque parece que la «criatura» ha salido mejor, en lo que a audiencias se refiere…
-Bueno, 'Chiringuito' ha sido muy gratificante pero 'Sopa de gansos' era una asignatura pendiente, la de volver a producir entretenimiento después de que no saliera 'Guasap' y estoy muy contento porque hemos logrado abrir brechas en el sistema, con cómicos poco conocidos o con animación en «prime time», que eran cosas que no se tenían en cuenta.