La desagradable experiencia que ha vivido le ha permitido conocer hasta al Papa y ahora lucha por intentar que otras mujeres no pasen por la misma. Karla fue raptada con sólo 12 años de edad por su propio novio, de 21 años, y comenzó desde entonces a prostituirse, llegando a acostarse con un mínimo de 30 hombres por día en un hotel cercano al casco histórico de la ciudad mexicana de Puebla.
Así lo ha relatado en el periódico 'Central' de México, donde se ha definido como una «sobreviviente de la trata de personas», subrayando que «mucha gente cree que muchas de las chicas están ahí por gusto. Y no es así».
De Puebla era trasladada entre Zacatelco y el Centro Histórico de la Angelópolis, donde la obligaban a «ejercer» en una habitación del 'Hotel Río', por menos de siete dólares que iban para los dueños del negocio y bajo amenaza de que en caso de no hacerlo matarían a su familia.
Con todas esas relaciones tuvo dos embarazos, uno a los 14 años de gemelos que perdió por un aborto y otro con posterioridad del que nació su actual hija, con la que la siguieron amenazando: si no seguía con su labor la matarían o se la arrebatarían para que cuando creciera prostituirla también.
Cuatro años tuvo que estar en esta situación hasta que logró escapar gracias a un cliente sexagenario que sólo pagaba para conversar con ella y que finalmente la convenció de salir del hotel un día con él. A partir de ahí se dedicó a contar su historia para intentar ayudar a otras mujeres en su situación.
Entre otras cosas ha contado cómo niñas no desarrolladas, de unos diez años, eran operadas para implantarles senos y comenzar a ser prostituidas, o cómo niños de la misma edad o incluso más pequeños eran utilizados para satisfacer los deseos sexuales de hombres que pagaban más caro por esos servicios.
Gracias a la organización Unidos contra la Trata, ha dado charlas en el extranjero, ha visitado el Vaticano -donde se entrevistó con el Papa en dos oportunidades-, conoció a la reina Rania de Jordania, a la duquesa de Cornwell, Camila Parker y al príncipe Carlos de Inglaterra, entre otros.
El corredor Puebla-Tlaxcala, según datos de Unidos contra la Trata, es el segundo con más casos a nivel nacional debido a que en la zona se capta, se traslada y se prostituye a mujeres de al menos 11 estados de todo México. Sólo el 15% de las víctimas son varones.