«Muti se considera un tipo independiente y de vez en cuando necesita subirse a su coche y dar un paseo por su ciudad. Es un tipo profundo y se considera una persona creyente. Asegura que no se perdería por nada del mundo la Semana Santa sevillana. Su hermana Patricia asegura que es una buenísima persona y su madre asegura que es el niño de la casa, entre sus defectos se encuentran que es un poco flojo y entre sus virtudes que no fuma, ni bebe. Él mismo reconoce que es un poco flojo y que le encanta estar en la cama. En cuanto tiene la oportunidad no duda en salir a tapear y tomarse un vinito con sus compadres.»
Ésta es la descripción que la web de Gran Hermano 16 ofrece sobre el primer concursante que entró a la casa de Guadalix, Muti. El sevillano tiene 22 años, trabaja en la panadería familiar y, según Telecinco, es invisible. Sin embargo, los fanáticos de las redes sociales han conseguido ponerle cara y cuerpo al misterioso individuo. Muti Orellana (así se llama en Instagram) publica fotografáis que coinciden con la descripción ofrecida por el programa, incluída una foto de su tienda (nombrada en el vídeo de presentación).
La baza con la que jugaba Gran Hemano para que no fuera descubierto es que, al parecer, es adoptado, pues no coincide su raza con la de sus progenitores. Un chico que, por lo que se ve en sus fotografías, es amigo de los gemelos sevillanos (concursantes también de GH hace dos ediciones) y de Desiré Cordero, exnovia del hijo de Fernando Hierro.
Otro último detalle. Según su madre el chico «ni fuma ni bebe». Pues bien, tendría que revisar a fondo las fotografáis que su hijo sube a las redes, porque ambas afirmaciones son una completa falacia. Las imágenes hablan por sí solas.