Hace pocas fechas estuvo a punto de tener un susto en su afán de superar su récord de permanencia debajo del agua sin respirar (estuvo más de dos minutos), llegando a confesar que había tenido después mareos toda la noche, pero parece que no escarmentó.
Ya sea por su espíritu aventurero o simplemente por no decir que 'no' a una propuesta de su jefe, el caso es que Pilar Rubio intentó superar este lunes aquella 'gesta' cuando menos igual de peliaguda como era la de saltar al vacío desde un cuarto piso.
Ese es el reto que tenía que superar esta vez en su sección de 'imposibles' de El Hormiguero, pero en esta ocasión no se la vio tan segura de sí mismo en los preliminares, hasta el punto que parecía que no iba a llevarlo a cabo (también es cierto que siempre hay que sembrar dudas para que el interés sea mayor en este tipo de espectáculos).
El invitado de la noche era el cantante Miguel Bosé y la mujer de Sergio Ramos se abrazó a él nada más entrar en el plató pidiéndole que la defendiera ante Pablo Motos, consiguiendo que él le pidiera a éste que no tirase desde esa altura porque la conocía desde hacía mucho tiempo, según él, «desde la niñez».
El presentador, como buen maestro de ceremonias, le dijo a Pilar Rubio que si ella no quería se anulaba el salto. Pero ella, mientras se pensaba la nueva propuesta, al menos accedió a subir hasta el cuarto piso para seguir valorando la misma desde donde tenía que saltar, como si quisiera verlo mejor.
Fue entonces, una vez arriba, mientras Motos y Bosé la contemplaban desde abajo (se comunicaban con ella a voces), cuando la colaboradora pareció replantearse la aventura y dar marcha atrás, añadiendo más sal y pimienta al show.
Ante esa respuesta, el presentador la dio un ultimátum y la dijo que saltara a la de tres, y ésta lo hizo, y se tiró a un vacío del que sólo la salvó el cable que la mantenía segura, que cumplió con su función y con el que pudo posarse tranquilamente sobre la colchoneta instalada en el suelo, se supone que para 'amortiguar' el golpe.
Pilar Rubio acabó quizás peor incluso que con lo de mantener la respiración debajo del agua, ya que confesó que tenía una cierta “flojera” en las piernas y un tembleque general en todo el cuerpo, al tiempo que mostraba unos ojos llorosos por la tensión vivida instantes antes.
M. A.