Ni Trump, ni Hillary Clinton, ni tan siquiera el nuevo presidente del Gobierno español. Los nombres que más interesan ahora mismo en España parece que son los de David Bisbal y Chenoa. El país parece que sigue dándole vueltas a la 'cobra' que el almeriense le podría haber hecho a la argentina, y han tenido que ser los dos implicados los que han tenido que dar su versión de los hechos.
Bisbal ha querido aclarar lo que ocurrió sobre el escenario del Palau Sant Jordi de Barcelona, y ha afirmado que «por supuesto que no fue una cobra. Yo no he sentido eso en ningún momento». En una entrevista concedida a Papel subraya que tampoco tiene muchas ganas de seguir hablando sobre el tema, «lo que hablé, lo dije en el escenario y creo que quedó claro».
Para él, su relación con Chenoa es totalmente cordial, «he hablado con ella luego y antes y después…», y puntualiza que «está en la misma posición que yo, es decir, que sabe que la gente va a poder hablar muchas cosas». El único problema cree que es que «la gente se monta muchas películas y nosotros no podemos hacer nada».
Lo que al parecer no le ha importado nada son los memes que se han llevado a cabo con la supuesta cobra, «tengo que decir que ha habido memes muy graciosos, eh, me han mandado hasta la carátula de la película de John Cobra y todo. Y también fotos de los Caballeros del Zodíaco cuando dicen '¡A mí la cobra!'».
Según él, todos estos montajes «no son destructivos, sino graciosos», aunque insiste en que se trata más que nada de elucubraciones, «la gente simplemente decía 'pues sí, pues no…'. Era un poco como libre opinión».
Peor sin duda le sentó todo el tema a Chenoa, que cuando un reportero de El programa de Ana Rosa le preguntó sobre la presunta cobra le respondió: “Da tanta vergüenza que haya tanta gente aquí y me estés preguntando esto, es tan vergonzoso… Yo te lo digo por si sientes empatía, pero no creo que la sientas». Más tarde, en Las mañanas de La 1, más tranquila, se preguntaba ella misma «¿Cobra? ¿Qué cobra? Ay…”, para terminar con un escueto «no, no, no… Nada. Nada».
M. A.