El reencuentro de los protagonistas de la primera edición de Operación Triunfo parece que no para de traerle quebraderos de cabeza a Chenoa. Primero fue lo de la cobra de Bisbal, que ha dado para llenar páginas en prensa y minutos en radio y televisión, y ahora es su padre biológico, José Carlos Corradini, el que ha salido a escena para amargarle un poco más su vida.
Ha sido desde Argentina, donde vive, desde donde ha cargado sin pudor alguno contra su propia hija, quizás animado por el éxito que han tenido los programas y el concierto de TVE. Hay que recordar que la cantante nació en Argentina, aunque se mudó a Mallorca siendo una niña junto a su madre y su hermano.
En una entrevista concedida a La Otra Crónica, Corradini le pide ayuda a la cantante pero antes la acusa de haberle abandonado a sus suerte, «la fama hizo que se olvidara del padre biológico, más allá de que yo no la haya criado. Tanto ella como el hermano y la madre me niegan como eslabón en su vida. Yo vivo en Argentina y soy una persona humilde. Vivo con las condiciones normales. Ellos viven en otra vida, en el jet set internacional. A lo mejor soy una persona que puede molestar para su estatus. Ahora, alguien que pregona por el hambre de los chiquitos de África y se olvida del padre biológico… Me parece que hay algo que no cierra».
Incluso denuncia que «la revista Pronto de Argentina sacó una nota de cuatro páginas y, cuando ellos se enteraron, compraron todos los ejemplares que llegaron a España, para que no trascendiera esa noticia. Yo lo que pedía a mis hijos biológicos en esa revista era trabajo, porque yo no tengo trabajo. Tengo 62 años y estoy pasando por un momento muy difícil. No quiero su plata. Vivo en el país que amo y, lamentablemente, hoy está bien y mañana está mal».
Además, le recuerda a Chenoa que «tiene un padre biológico en Argentina abandonado. La situación económica de ella le permite que, al menos, su padre viva dignamente. Si la cosa fuera al revés, seguramente que me hubiera ocupado de mi hija como corresponde. Ésas son las cosas que me molestan y que a mí me joden. Cuando salen enarbolando una bandera de que se preocupan por los chicos de África, yo pregunto: «¿Y tu padre?». Preocúpate por los chicos de África, pero también preocúpate por tu familia, por tus raíces. Tus raíces no se niegan nunca, sean buenas o malas».
El padre biológico cree que «yo no me tengo que acercar a un hijo, es ella quien se tiene que acercar a mí, porque yo me acerqué a mis hijos cuando ellos eran chicos y yo les enseñé a caminar», y lamenta que no fuera a verle cuando estuvo en Argentina, «Laura vino a los premios Carlos Gardel en 2007 y a mí no me vinieron a ver. Yo soy el eslabón perdido que molesta… Porque soy pobre y ellos, de la jet».
Lo que más siente es que «yo no tengo ni jubilación en mi país», aunque dice no pedir mucho, «debe de ser fantástico poder desayunar en Marbella mirando el azul del mar, pero yo no puedo. Yo, con sólo poder comprarme un kilo de carne, estaría conforme». En la actualidad confiesa que «pago 5.000 pesos por el alquiler (unos 300 euros), y la comida, lo que me traen mis hijos y mis amigos». Según él, «no le pido plata, sino trabajo. Yo no quiero vivir de puta madre, como ellos. Ella tiene mil posibilidades de poder darme una mano a nivel laboral, de poner un negocio en Argentina, que no esté a mi nombre si quiera, y yo poder poder regentarlo».
M. A.