Quizás viendo cómo iban las cosas, principalmente en la taquilla de 'La Reina de España', Fernando Trueba ha decidido apostar por el «donde dije digo digo Diego», y ha reculado hoy sobre sus declaraciones de que «no me he sentido español ni cinco minutos de mi vida», que parece le están haciendo tanto daño a su cinta.
Así lo ha dejado patente este jueves en el Espejo Público que presenta Susanna Griso, donde el director de cine ha querido borrar de un plumazo todo lo que dijo cuando le concedieron en el 2015 el Premio Nacional de Cinematografia, unas palabras que dijo habían sido poco más o menos que una broma.
Aunque señaló que «no creo que la repercusión del boicot se pueda medir en taquilla», de inmediato puntualizó que «yo soy español, amo a este país y vivo en él porque me gusta y quiero, no porque me obliguen como a los cubanos”. Para él, «el error más grave es que haces algo humorístico y se lo toman en serio”, y criticó que «si algo en clave de humor lo sacas de contexto lo conviertes en una especie de enfrentamiento que es malinterpretado doblemente”
Trueba sí reconoció que «tengo buenos amigos en Cuba y en el exilio cubano”, y añadió que “espero que la muerte de Fidel Castro sea el principio de la vuelta de la democracia a Cuba”, pese a que lamentó que «estamos en un momento de mucha crispación, un poquito histérico”.
Pese a todo indicó que «no hay que ser nacionalista, de ningún nacionalismo, todos son malos”, y confesó que «nunca fui un hombre político, ni siquiera en la época en la que la gente militaba de forma clandestina, porque soy desobediente y eso choca con ser militante”.
Lo que sí no le gusta de este país es que “lamentablemente en España quedan cosas de Franco como en la América profunda de Trump, la Francia de Le Pen o la Inglaterra del Brexit”, y criticó que “desde el Brexit se han multiplicado los delitos por xenofobia”.
Susanna Griso quiso incidir en su opinión respecto a su país, y Trueba afirmó que «en España siempre hemos tenido ese espíritu inquisitorial”, y dijo que «hemos hecho una Transición muy bien hecha pero incompleta. Los que tenían que pedir perdón no lo pidieron”. Para él, “el tema del nacionalismo me preocupa mucho, hay una crispación loca con el tema. Es una muestra de atraso” y tiene claro que «tú puedes amar a tu país y no ser nacionalista”
El director aseguró que “tengo la sensación de que esas palabras me las van a repetir hasta el día en que me muera”, sobre todo porque «los medios están buscando desesperadamente lectores y pinchazos y por eso se propician e inventan debates donde no hay nada», pero quiso dejar claro que «yo he cumplido siempre y con mucho orgullo mis obligaciones como ciudadanos», así como que «he pagado impuesto desde que era muy joven y se reían de mí».
Respecto al tan manido tema de la corrupción, indicó que «en este Mundo los valores están subvertidos: la maldad tiene prestigio y la bondad está desprestigiada”, y precisó que «el corrupto es una forma de maldad pero no la más grande” y que «hoy en día se llama liberal a algunos que meten la mano en el bolsillo del otro”.
M. A.