Ella fue la primera 'imputada' en una infracción automovilística en plena Gran Vía, y quizás por ello Esperanza Aguirre ha pensado que era la persona ideal para aclarar el incidente que había tenido en esa misma calle su compañera de partido la vicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría.
Por ese motivo, la que fuera presidenta de la Comunidad de Madrid no se cortó en 13 TV a la hora de afirmar que los sueldos de los políticos solo dan para comprar en tiendas de precios bajos como Primark, a cuyas puertas fue sorprendido el vehículo oficial de Sáenz de Santamaría, y donde al parecer estuvo esperándola durante quince minutos.
La actual concejal del Ayuntamiento de Madrid acudió al espacio de la cadena de la Conferencia Episcopal Hoy es noticia y allí, entre risas y arropada por el sarcasmo de los tertulianos habituales, entre ellos José Oneto, Ricardo Martín y Joaquín Leguina, analizó las fotografías en las que podía verse el coche oficial de la vicepresidenta del Gobierno, aparcado en plena Gran Vía mientras ella compraba en la tienda.
Según ella, «Soraya tiene un niño pequeño y Primark es una tienda fantástica que tiene unos pijamas y unas cosas de niños que les encantan a los niños. Porque los sueldos de los políticos, a pesar de lo que dice mucha gente, no dan para mucho, y además tiene muy buenos precios Primark. Como los tiene Zara y estas low cost a las que llamas despectivamente y que es a las que podemos ir los políticos».
A una pregunta sobre si además de los bajos sueldos los políticos están sometidos a un excesivo control por parte de los medios, Esperanza Aguirre indicó que «me lo va usted a contar a mí… Me hicieron un destrozo mediático porque en mi coche particular durante un minuto saqué dinero de un cajero, a una hora que había poquísima gente en la Gran Vía».
Hay que señalar que ya en 2006 la política del PP se quejó de los sueldos de su profesión cuando en una biografía señaló que «no tener pagas extra me tiene mártir, las he tenido toda mi vida y las echo de menos en Navidad y en verano. No es que haga números a final de mes, ¡es que muchas veces no llego!».
M. A.