Las palabras de Carlos Herrera en la última emisión semanal de Herrera en COPE no sólo va a traerle una vez más las quejas de los seguidores de Podemos sino de todos los colectivos gays de España y del mundo entero.
Al locutor parece que no le ha gustado nada la escenita del beso entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, un gesto forzado e impulsado por el programa del Gran Wyoming El Intermedio', y así se lo ha hecho ver a sus oyentes al situarles la escena, «saben ustedes que los de Iglesias están enfrentados con los de Errejón. Luego estos dos escenifican estas tontunas de besos en la boca, esta cerdada que se les ocurre hacer. En fin, allá cada uno».
Desde luego parece que él no se ha creído ese inicio de la reconciliación entre ambos sectores enfrentados en Podemos, y así se lo ha dicho a su audiencia en su editorial de las siete de la mañana.
Según él, «un día de estos tendremos que dedicar tiempo a las varias corrientes que está habiendo en Podemos. Da hasta náuseas, analicen ustedes la historia. En Podemos, que son viejunos comunistas, puro estilo rancio, es que no se ponen de acuerdo ni para pactar las reglas del juego en la asamblea que tendrá lugar en febrero de 2017».
Herrera también hizo referencia a otro detalle relacionado con la formación que lidera Pablo Iglesias, que él ha definido como «la coacción de matones que es lo que han sido siempre». Y ha puesto un ejemplo de ello: «A un diputado de Podemos por Baleares, Juan Pedro Yllanes, el juez Yllanes, otro que tal baila, dice haber recibido amenazas de Monedero por apoyar a Errejón. Dice que le dijo en el comedor del Congreso eso de «ojito con lo que dices». En lo único que rectificó fue en lo de preguntarse «¿qué haría Errejón en la cafetería del Congreso si no es diputado?», ya que pronto recordó que la gente puede ser invitada al mismo por algún congresista y que éstos tienen uno privado detrás del hemiciclo.
M. A.