De sobra es sabido el temperamento de Gerard Piqué, y que no le gustan nada ni los medios de comunicación, sobre todo desde que mantiene una relación sentimental con la cantante Shakira, pero hasta ahora su 'violencia' con éstos se había limitado al plano dialéctico. Ahora ha ido más allá y ha llegado al físico, agrediendo a una periodista.
Eso al menos es lo que parece ha sucedido en el aeropuerto barcelonés de El Prat, en el que Pique, junto a Shakira, sus hijos y su cuñado Tonino, se dispoíanen a coger un vuelo rumbo a Colombia.De momento sólo se cuenta con el testimonio de la supuesta agredida, ya que la imagen no pudo ser registrada con claridad ya que una persona abrió un paraguas para que la cámara no recogiera las imágenes de la familia.
Al parecer, el jugador del FC Barcelona, antes entrar en un ascensor, se encaró con la periodista, a la que llegó a tocar y a la que habría retorcido la muñeca, según Europa Press. Esta le preguntó: «¿Por qué te pones así? No cojas la cámara». El deportista contestó de malas formas: «No quiero fotos». Indignada, la periodista replicó que a otros fotógrafos sí les ayudaba, algo en lo que volvió a insistir cuando se acercó de nuevo y la secretaria que había puesto el paraguas quiso que se apartara.
Gerard Piqué terminó desapareciendo por los pasillos del aeropuerto catalán gritando a la reportera: «Felicidades por tu trabajo», mientras Shakira se mantenía en todo momento al margen del rifirrafe, pendiente exclusivamente de sus hijos.
Mal ha empezado sus vacaciones navideñas el internacional español, que ya protagonizó este año otro incidente lamentable cuando le sentó mal que un policía de la Guardia Urbana multara a su hermano Marc Piqué por estacionar el vehículo en un carril reservado para taxis. El defensa del Barça estalló contra los agentes, a los que dedicó frases como «me estáis multando porque vais a comisión, porque no tenéis dinero y os tenéis que llevar comisión», «esta denuncia va a quedar en nada porque llamo a tu capo y me la quita», «voy a hablar con tus jefes y se te va a caer el pelo», «sois unos chulos y os creéis los amos del mundo por llevar ese uniforme y multar a la gente». Menos mal que luego pidió perdón.
M. A.