Pilar Punzano abrió la caja de los truenos en 'Cuéntame cómo pasó' a finales de 2015, al afirmar que su despido había sido improcedente y que los actores y el equipo técnico de la serie, a excepción de unos pocos, estaban mal pagados y que no hay buen ambiente entre los trabajadores («no hay un equipo de trabajo, es una secta dónde los líderes se muestran distantes, caprichosos y tiranos…eso sí, todo aderezado de una pátina de trato de colegio de curas»), y desde entonces la ficción del Grupo Ganga ha estado involucrada más en polémicas que en lo que debía consistir la mera emisión de la serie.
Un año antes, Pere Ponce, el actor que daba vida a Eugenio, precisamente el marido de Inés, y que había participado en 139 capítulos de la serie, veía cómo su personaje fallecía por un accidente de tráfico al quedarse dormido mientras sonaba 'La chica de ayer'. El actor no 'largó', pero su muerte fue provocada ante la decisión que tomó de no seguir en la serie.
Curiosamente, el único que moría en la vida real, Roberto Cairo, el actor que daba vida a Desi, el eterno amigo de Antonio Alcántara, no fallecía en la ficción, dado que los guionistas justificaban su desgraciado adiós con una carta en la que le decía a su mujer Clara y a su hijo Josete que se había fugado con una tal Menchu, una exnovia que tuvo de joven de la que se había vuelto a enamorar.
Al drama vivido con su muerte le sobrevino a la productora y a sus dos principales protagonistas, Imanol Arias y Ana Duato, unos problemas con el fisco que a punto estuvo de provocar la muerte más importante, la de la propia serie, que estuvo a punto de echar el cierre para siempre, dado que TVE, como empresa pública que es, dudó de mantener su relación con un grupo que había incumplido la ley (Miguel Ángel Bernardeau, el máximo responsble del Grupo Ganga, también estaba involucrado).
Retirada paulatina
Y ahora, cuando parecía que las aguas empezaban a volver a su cauce, con unas audiencias que se refuerzan con el paso de las semanas, otra mala relación de uno de los actores protagonistas con la productora van a hacer que el luto vaya a imponerse de nuevo en la serie.
El que tiene los días contados en esta ocasión no es otro que Juan Echanove, el hermano de Antonio Alcántara en la ficción, que llevaba nada menos que doce años como personaje fijo y que, según ha adelantado Vertele, se despedirá de su personaje de Miguel Alcántara en uno de los dos últimos episodios de esta decimoctava temporada.
Al parecer, la idea de los guionistas es que otro accidente termine con su vida, como ya ocurriera con la de de Eugenio, por aquello de que las relaciones del actor con la productora se han deteriorado considerablemente, pese a que ésta llegó a convertirle en protagonista de otro espacio en TVE, Un país para comérselo.
La verdad es que Miguel, que se había marchado a Benidorm con Paquita y con sus hijas para hacerse cargo del restaurante que habían heredado a la muerte del padre de ella, el 'Matamulas', ya no apareció en el último capítulo y parece que la idea es que su presencia sea ya casi testimonial hasta su fallecimiento, pese a que en la anterior temporada tuvo un papel muy protagonista, con su separación, su 'rollete' con Nieves y hasta su extraña relación con el director del banco, al que daba vida Antonio Resines.
Juan Echanove, después de aparecer con anterioridad en un par de ocasiones durante la primera temporada, se incorporó como personaje regular de 'Cuéntame cómo pasó' en 2005, y, desde entonces, ha aparecido en más de 200 episodios en los 12 años que ha permanecido dentro de la ficción.
Aunque, según Vertele, desde el entorno del actor se remiten a la productora para aclarar el por qué del adiós, parece que ta relación con ésta se ha deteriorado, por lo que todo apunta a su marcha, aunque no que ésta sea tan traumática y dañina como la de la citada Pilar Punzano, que llegó a afirmar, cuando la pedían otros compañeros que dejara de hacer 'daño', que «daño es trabajar en la serie de tv de más éxito de todos los tiempos y tener que pedir dinero a amigos y familiares. Daño es ser despedida por incapaces de resolver sus errores cómo para tener que aguantar la mochila que me quieran poner encima estos indecentes. Daño es decir que yo estaba físicamente pero que nada más…¿se puede ser más sinvergüenza?».
M. A.