Da igual que le hayan expulsado dos veces de la casa y que su empatía con el telespectador sea nula. Aída Nízar sigue siendo la gran, y quizás la única, protagonista de esta edición de Gran Hermano VIP. Ella no deja de dar titulares, y lo de menos para ella es que sea en la casa o en el plató del programa.
En la gala de este jueves se la requirió para comentar, junto a Aylén Milla, la relación de la argentina con Marco Ferri y terminó asociándose con ésta en sus opiniones acerca de Alyson Eckmann, por lo que aprovechó para recriminar a Aylén su intención de permanecer enfrentada a ella para continuar la polémica.
Según Aída, si la novia de Marco reconociese que tiene razón «se acabaría el negocio», al tiempo que alababa la personalidad de Viviana, la madre del italiano, del que pedía que volviera «el Marco que yo conocí» y que lleguara a la final y, una vez fuera de la casa, deje a Aylén y conquiste a una española.
Ese comentario sorprendió tanto a Jordi González que, en tono de broma le preguntó «y que sea del PP, ¿verdad?». La respuesta de Aída no se hizo esperar y, una vez más, sorprendió a todo el personal: «¡Viva el PP! y ¡Viva Rajoy!».
Hay que recordar que ese 'amor' de Aída por los 'populares' quedó manifiesto el día de su primera expulsión, cuando confesó su relación con Fernando Martínez-Maíllo, vicesecretario general de Organización del PP, «Fernando Martínez-Maíllo fue uno de los hombres que pidió mi mano a mi madre para casarnos y no se la dio».
Su propia progenitora, Mª Ángeles Delgado, explicó que el político le preguntó cómo podía enamorar a Aída, «pero yo en eso le dije que no me metía», mientras su hija precisaba que «yo no estaba enamorada de él», aunque añadía que «es uno de los mejores hombres que han pasado por mi vida y me alegro mucho de que sea la mano derecha de Mariano Rajoy. Es un tío sensacional y hará mucho bien por España».
M. A.