Nunca fue un icono del madridismo, e incluso, como ocurre ahora con su compatriota Danilo, fue uno de los más criticados por la grada del Bernabéu, que no entendía el por qué de su fichaje. Ahora, Cicinho quizás se haya granjeado hasta más enemigos en la entidad blanca, después de sus confesiones sobre sus problemas con el alcohol.
Según ha explicado en el programa 'Aquí con Benja', de Fox Sports, esos problemas incluso se recrudecieron cuando fichó por la entidad madridista, «era un alcohólico porque no era capaz de beber sólo una cerveza. Bebía hasta caerme al suelo. Cuando llegué al Real Madrid se me fue de las manos. Ahí bebía mucho, pero no sólo por la noche».
El futbolista brasileño incluso ha subrayado que «algún periodista me veía bebiendo, pero la buena racha que vivía el equipo maquillaba la situación», aunque parece que todavía lamenta esa forma de comportarse, «me arrepiento de todo lo que hice y no se lo aconsejo a nadie. Estas cosas no curan ninguna depresión. Corres el riesgo de deprimirte más. Es horroroso».
Hay que recordar que Cicinho, que jugó en el Real Madrid entre 2005 y 2007, en una entrevista concedida anteriormente a ESPN, no se había cortado al afirmar sin tapujos que «vi a Jesucristo tras dieciocho caipirinhas y catorce cervezas», aunque ahora ha sido incluso más preciso.
El brasileño incluso ha mencionado otro problema que dice tener, «me siento incómodo con mis tatuajes». y de alguna forma relaciona este tema con el del alcohol, «me los hacía bajo los efectos del alcohol. Yo bebía porque odio el dolor y lo necesitaba para tatuarme. No lo escondía. Pensaba que los tatuajes me iban a traer paz. Y no es así», para terminar sentenciando que «me imagino con 60 años comiendo bizcocho y lleno de tatuajes».
M. A.