Nada, absolutamente nada, le ha gustado a José Manuel Estrada de esta edición de Supervivientes. Ni el presentador, ni, por supuesto, el casting. Para él, la única que se salva es Lara Álvarez, «es muy televisiva, muy guapa, pero aparte es profesional, tiene ritmo, pide actividad y el detalle de decirle al piloto que subiera más para tirarse porque le parecía una altura baja es de que tiene ganas de participar y dar mucho. La salvo por talento, belleza y energía».
Vamos, todo lo contrario que los concursantes, con un casting que, según cuenta en exclusivadigital, dice que «me ha parecido un fiasco, parece que lo ha hecho Donald Trump, para que ningún concursante pueda pasar ninguna aduana de Estados Unidos«, y que califica de «antiestético, no sólo brilla por su ausencia la belleza sino también el talento».
A la hora de individualizar, una de las cosas que más han molestado a Pipi Estrada ha sido el comportamiento de Alba Carrillo y su madre, «piensan que esto más que Supervivientes es superserpientes. Son dos cuentistas en Honduras. Mal guionizadas, horrorosamente puestas en escena, se piensan que esa pelea puede tener un recorrido hasta el final pero está claro que son las reinas de la hipocresía y la mentira».
El colaborador televisivo y locutor deportivo lo siente sobre todo porque cree que «Supervivientes es el reality por excelencia de aventura, con una esencia y materia prima fantástica, pero desde que han entrado otras personas a meter mano en él lo han estropeado y destrozado, y de hecho en el público ya no tiene la misma acogida, porque es la segunda edición menos vista de toda su historia».
Concursantes 'torpes'
Uno de esos responsables, según él, es el mismísimo Jorge Javier Vázquez, del que dice que «ha entrado en una zona peligrosa, confunde lo que es profesionalidad con ego y ahí están las pruebas, la gente empieza a rechazarlo», al tiempo que le califica como lento, torpe, y se confunde en muchos momentos, quiere hacerse el gracioso». Para él, «el presentador quiere ser el protagonista del concurso, y lo que no puede es recrearse en las tonterías que hace en cada gala ni tirarle los tejos a todo tipo musculoso».
De cara al futuro del reality considera que «si los concursantes brillan por su ausencia, porque no aportan nada, lo que va a primar son asuntos personales y rencillas personales y veremos si el indigente intelectual de Víctor intenta ligarse a la italiana». Y es que él insiste en que la mayoría de ellos «son muy torpes, por lo que sinceramente estamos ante una edición que nos vamos a reír, pero no por lo que tendríamos que reírnos, sino porque el que ha hecho el casting se va a tener que esconder».
De Leticia Sabater subraya que «a mí me produce pena, angustia, porque la veo con una ansiedad y ganas de notoriedad. La conozco hace 30 años y creo que no tiene mal fondo pero sí una necesidad imperiosa de protagonizar momentos que van a ser esperpénticos», mientras que de Edmundo Arrocet lamenta que «le he visto con el freno de mano echado, porque le pueden estar observando en Casa campos y esta fiscaliza todo lo que hace. Él sabe que le están fiscalizando y no va a desarrollar con naturalidad todo lo que él lleva».
También tiene claro que «las Mellis parecen dos mujeres repetidas que tienen su punto de gracia y de humor, pero de lo único que nos van a hablar es de la Pantoja, para eso las han llevado, porque en ese programa no pueden vivir sin los Pantoja, aunque al menos quiero saber quién es Melli A y quién Melli B».
Finalmente, en este primer análisis que ha hecho en la sección '¡SuperPiPientes!' que ha creado para esa web, Pipi critica a Paola Caruso, «es una italiana gritona que su único contenido es protagonizar momentos con un punto de violencia y agresividad». En ese sentido recuerda que «siempre nos colaban de esa edición italiana, pero en la mía al menos estaban Carmen Russo, una mujer artista y profesional y una Miss Universo, que verla pasear era una maravilla, porque con ella los ciegos se curaban de la ceguera, pero esta italiana parece que viene de relaciones públicas de una discoteca de Briatore«.
M. A.