'Si lo sé, me quedo callado', eso es lo que debe estar pensando Jordi Cruz. Las declaraciones que hizo en una entrevista el jurado de MasterChef podrían costarle muy caro, sobre todo si prospera la denuncia que ha recibido por esas palabras.
Su 'culpa' fue defender la contratación de aprendices sin remuneración en su restaurante, del que se han hicieron eco diferentes medios, que criticaron al chef del ABaC por ofrecer puestos de trabajo a jóvenes cocineros sin remuneración, a cambio de dietas.
Después de ese testimonio, el sindicato catalán Intersindical-CSC le ha interpuesto una denuncia mediante Inspección de Trabajo. Esta tiene el objetivo de comprobar si el cocinero tiene en su restaurante becarios sin cobrar y que al mismo tiempo hacen tareas propias de una categoría profesional que debería estar regulada por un contrato.
El sindicato ha explicado que las declaraciones que Cruz hizo podrían ser constitutivos de casos de relaciones laborales fraudulentas. En esta línea, la denuncia explica que la empresa del cocinero podría estar vulnerando derechos recogidos en el Estatuto de los Trabajadores.
Pese a que Inspección de Trabajo solo se encarga de vigilar los convenios laborales, ante esta denuncia deberán tramitar y comprobar si los becarios solo se están formando o bien si hay una relación laboral encubierta y de esta manera Cruz debería hacerse cargo de su cotización en la seguridad social, impuestos y salarios que procedieran.
Hay que recordar que el fallo del jurado de MasterChef fue el de afirmar en esa entrevista que a su negocio no le saldría a cuenta si pagara a todo el mundo que está en su restaurante. Sus declaraciones rápidamente corrieron como la pólvora por las redes sociales, por lo que el mismo Jordi Cruz quiso salir al paso con un tuit en el que aseguraba que en su restaurante trataban muy bien a los estudiantes, «tenemos profesionales muy bien contratados y estudiantes a los que mimamos y enseñamos con todo el cariño…harto de escuchar burradas».
M. A.