Más que una isla parece desde este jueves un campo de concentración. Alba Carrillo, después de una monumental bronca con Laura Matamoros y cansada de que la mayoría del resto de concursantes la pagara siempre con ella, según dijo, intentó por activa y por pasiva abandonar Supervivientes y Jorge Javier Vázquez y la organización del mismo se lo impidieron.
Al menos hasta el domingo, según dijo el presentador, como si de repente estuviera prohibido abandonar, por algo más que por un simple contrato. Hasta ese día, y quizás pensando sólo en las cifras de audiencia del espacio, no se sabrá si Alba sigue o no en el mismo.
El origen de todo fue la emisión de un vídeo en el que Lucía discutía con las Mellis porque, según ella, las hermanas querían ganarse la confianza de Laura Matamoros para tener el apoyo de su padre Kiko desde España. Durante una pausa publicitaria, la guerra se desató entre Alba, su madre Lucía y Laura.
Los telespectadores no pudieron ver la discusión pero sí cómo la hija de Laura Matamoros zanjaba la discusión con una frase dedicada a Alba Carrillo: «La única que vendes eres tú, que vendes hasta cómo follas, asquerosa». Estas palabras sirvieron a madre e hija para abandonar La Palapa sin mediar palabra, anunciando así, a su vez, su abandono del programa.
A partir de ahí comenzó una situación surrealista, primero intentando Jorge Javier que Lucía abandonara la playa en la que estaban para que él pudiera charlar con su hija («se están llevando a Lucía», «Lucía se niega a abandonar el plano»), después charlando con Laura para recriminarle su actitud, pero en un tono conciliador («tienes suficiente bagaje en televisión como para no caer en estas historias. No dejes que eso empañe tu concurso»), lo que hizo que ésta indicara que estaba dispuesta a olvidar y mantener una relación cordial con Alba y su madre.
Pese a ese 'perdón' de Laura, Alba y Lucía esperaban en el exterior a ser recogidas en la playa con la intención firme de abandonar el concurso, y finálmente Alba accedió a hablar con él, «lo hago por ti», pero sin bajarse de su idea de irse, por mucho que su prima y su tía trataban de convencerla de cualquier manera, hasta el punto que la primera le dijo que «si realmente dices que me quieres, quédate en la isla», como si de eso dependiera también su supervivencia en el plató.
Mientras Jorge Javier afirmaba que «me parece inaudito lo que está sucediendo», e insistía en que para él la relación entre madre e hija era «tóxica», y que «su abandono ha sido lo mejor que te ha podido pasar», la modelo no cambió de parecer, ni siquiera al saber del supuesto arrepentimiento de Laura Matamoros, «que se meta la lengua en el culo». El presentador le transmitió mensajes de su representante y de Terelu Campos, y no paró de insistirle en que se quedara, como si el programa se fuera a cancelar si ella no estaba.
Desesperada, la organización del concurso ofreció a la concursante «una oferta que no podría rechazar»: «No tomes ninguna decisión en caliente. Vete hasta el domingo a la Zona Muerta con Paola y luego decides». Pero esta opción también fue rechazada por la concursante y la producción tampoco quiso dar su brazo a torcer y dijo que se paralizaba la participación de Alba Carrillo hasta el domingo para intentar convencerla de que continúe.
M. A.