La visita que hizo este lunes al Ayuntamiento de Madrid, Carlos Puigdemont, no le ha sentado nada bien a Carlos Herrera, que aprovechó su programa de este martes en la Cadena COPE para criticar no sólo al presidente de la Generalitat sino también a la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena.
Y todo porque, según él, «el jefe de una administración autonómica llega a proponer un delito en un local que le cedió la tonta útil, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y todos los miembros de Podemos que pudieron estar allí. Llegó Puigdemont y le dijo al Gobierno que no podrá parar el referéndum, no tiene tanta autoridad el Estado español para parar tanta democracia. El que no tiene poder es el presidente de la Generalidad para revolver el Estado español y organizar un referéndum».
Tampoco le ha sentado nada bien al locutor radiofónico que el diario La Vanguardia pusiera a Puigdemont como víctima del Gobierno de Rajoy: «Puigdemont tiende la mano, dice el titular estupefaciente de La Vanguardia. No sabía yo que tender la mano es anunciar un golpe de Estado. Han ido a Madrid a exigir la rendición del Estado. Si se llama negociar a anunciar la comisión de un delito, a apropiarse de las estructuras del Estado y que la fiesta la sigan pagando el resto de los españoles».
Para Herrera, «tanta amabilidad como la de ayer no cuadra con una ley de ruptura. Tal y como la vamos conociendo, que prevén aprobar por mayoría simple, cuando cualquier revisión del estatu jurídico, precisa de los dos tercios de la cámara. Aquí no. Pretender hacer todo eso con una mayoría simple».
Otro detalle que tampoco le gusta es que el separatismo haya obligado a algunos medios, como la propia COPE, a incluir propaganda independentista como en las dictaduras, recordando que, según el borrador de la Ley de Transitoriedad que desveló El País, «a la Sindicatura Electoral Catalana se le reserva, por otra parte, un papel principal a la hora de controlar los medios de comunicación durante la campaña del referéndum».
Además, en el caso de que detectase que los medios, tanto públicos como privados, no informan con los criterios que considera oportunos, «puede adoptar medidas compensatorias para restablecer el equilibrio entre las opciones sometidas a referéndum».
Por ese motivo se podría corregir la línea informativa de un medio de comunicación, aunque fuera privado, si se considerase que está excesivamente escorado hacia una de las dos opciones que se someten a votación.
M. A.