La gala principal de este jueves de Supervivientes dejó dos cosas muy claras. Una que la audiencia 'pasa' olímpicamente de María Teresa Campos, y otra que la moda más extendida del reality de Telecinco en los últimos tiempos es la de reírse de Leticia Sabater, como si el plató del espacio fuera el de Sálvame.
Lo de la Campos quedó patente cuando Edmundo Arrocet era el concursante que los telespectadores mandaban al destierro, el primer paso para salir del programa, después de que la veterana periodista decidiera dar esta semana el paso de involucrarse en el mismo solicitando ayuda para su novio, «pido a mis seguidores que voten a su favor porque quiero que siga«. A las primeras de cambio, como en Fuenteovejuna, 'todos a una' a votar en su contra.
Lo de la autora de 'La Salchipapa' ella mismita casi se lo ganó, ya que después de prometer el domingo anterior que iba a revelar muchísima información confidencial sobre sus compañeros, hasta el punto de que alguno de esos 'secretos' podría poner en un aprieto a más de uno de los supervivientes, «tengo mucha información muy, pero que muy, confidencial que te aseguro que haría cambiar todo el concurso», lo único que llegara a decir este jueves fue que Alejandro Caracuel se comió unos cacahuetes que ella misma le dio.
Jorge Javier Vázquez, que insistió lo suyo para conocer los detalles sobre estas informaciones, primero le dijo que «parece que te lo estés inventando», le advirtió sobre lo que podía soltar, «cuidado con las demandas», y después, al oír su 'exclusiva', tiró de ironía para soltarle que «mañana, Piqueras abre el informativo con el tema de los cacahuetes».
El presentador no paró hasta provocar las risas del público hacia Leticia mientras ésta se hacía la interesante: «¿Las ristras de exclusivas que traes son tan mierda como esta?». Para colmo, la cantante tuvo que enfrentarse después a Lucía Pariente y a la mujer de José Luis. Con la primera no intercambió muchas palabras, ya que aquella pasó completamente de Leticia., pero con la segunda sí tuvo que escuchar de ella cosas como «aguantarte a ti es un suplicio, guapa. Eres patética».
M. A.