No es que fuera a hablar de ningún libro suyo, ni a promocionar algo que hubiera hecho, pero lo que no se esperaba Juan Carlos Monedero es que su visita este jueves a El Programa del Verano de Telecinco le fuera a resultar tan molesta, por hablar de temas que, al parecer, ahora a él no le interesan.
Quizás pensara que al menos podría hablar de lo que él quisiera, pero se encontró con que a Joaquín Prat y sus contertulios les dio por abordar en profundidad el tema de… Venezuela, el país que tanto juego da desde hace tiempo en tertulias de televisión españolas.
Lo que se encontró Monedero fue prácticamente un monográfico sobre la miseria, la represión y la indecencia del gobierno chavista de Maduro en Venezuela, así como las sinrazones de uno de los fundadores de Podemos para cabrearse por la liberación de Leopoldo López.
Monedero no sabía ya cómo responder a todas esas preguntas que se le cuestionaban, e incluso afirmaba que «esto es una película de miedo» cuando le hacían ver un reportaje del programa en una manifestación en Caracas.
Según él, «el turismo se ha hundido un 80% en Venezuela, y eso no es culpa de Maduro ni de Chávez, sino de los mercados internacionales«. Eso sí, aclaraba a Joaquín Prat y sus invitados que «tendríais que invitar al embajador de Venezuela en España para que se explique… ¡No yo! Yo estuve hace diez años».
Lo que peor dijo que le sentaba es que «es el mantra de cuando se habla de la corrupción, hablar de Venezuela. Yo quiero hablar de la corrupción y de los recortes. ¡Llevamos media hora hablando de Venezuela y no me interesa!».
Para él eran mucho más interesantes otros temas, «hoy están declarando los tres tesoreros del PP por corrupción, ver ahora cosas de Venezuela es un fraude a los españoles y a los ciudadanos», por lo que llegó a afirmar que «este programa está dedicando el grueso del programa a Venezuela, ¡y es un fraude!».
Parecía como si Juan Carlos Monedero hubiera estado dispuesto a hablar de cualquier país menos de Venezuela, ya que indicó que «no habláis de México, ni de Marruecos, ni de Colombia, ni de Brasil…«.
M. A.