El ataque cibernético que sufrió HBO el pasado lunes se ha convertido en una de las peores pesadillas de la cadena de televisión. Si hace una semana, los 'hackers' filtraron varios episodios de algunas de sus series, entre los que destacaba el guion y el cuarto episodio de la séptima temporada de 'Juego de Tronos', este miércoles, los mismos han pedido un rescate de más de 10 millones de dólares a cambio de no difundir más contenidos provenientes del robo de 1,5 terabytes de información.
En un vídeo dirigido al jefe de HBO, Richard Plepler, uno de los 'hackers', alias 'Mr. Smith', revela que el grupo de informáticos consiguió datos «altamente confidenciales» entre los que se incluyen guiones, contratos, capítulos y archivos del personal. A cambio de no publicar toda esta información, estos exigen una cantidad de entre 12 y 15 millones de dólares que deberán pagar en tres días.
Según informa 'The Hollywood Reporter', los informáticos ya han publicado varios documentos de HBO como presupuestos, listas de contraseñas, demandas legales de la cadena así como la sinopsis del quinto episodio de la séptima temporada de 'Juego de Tronos' para dejar claro que no van de farol. También han asegurado que el 'hackeo' de la productora les ha llevado seis meses de trabajo.
Además, en una carta dirigida a HBO advierten que sólo tres de sus objetivos anteriores se han negado a pagar, de los cuales «dos de ellos fueron fuertemente castigados y se hundieron totalmente».
Aun así, aclaran que en realidad no quieren «poner en peligro el futuro de HBO ni dañar su reputación» ya que para ellos «es un juego». «Tan sólo queremos ser un pequeño socio más en el enorme presupuesto de la compañía», añaden a continuación. En total, la cadena de televisión gasta 12 millones de dólares en investigación de mercado y cinco en anuncios publicitarios solo de 'Juego de Tronos'.
Mientras tanto, desde HBO no se han pronunciado en cuanto al vídeo de cinco minutos dirigido a su directivo aunque sus equipos informáticos «continúan trabajando para resolver el problema cibernético».
Andrea Morea